La fiesta de despedida de Gaby Bonilla en Zacatlán de las Manzanas

El empeño que doña Gaby le ha puesto durante dos años a su labor altruista. Si bien es su chamba como presidenta del DIF, a diferencia de muchas otras Gaby dejará su sello.

¡Vecinos y vecinas! 

¿Cómo han estado? 

¿Ya están contando los días para la despedida de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México? 

¿Contentos de que se vaya? 

¿Tristes? 

¿Indiferentes? 

¿Nerviosos o entusiasmados por lo que viene con Claudia Sheinbaum Pardo en una semanita? 

*

Oigan, los que al parecer andan más que nerviosos son varios funcionarios que durante el barbosismo vivieron las mieles del poder, que hicieron y deshicieron en dependencias, direcciones, subdirecciones y en todo Puebla, pero que ahora, tras el reacomodo de fuerzas políticas en el estado, andan en la picota de las denuncias.

Y es que hace unos días el chisme de una supuesta detención de Mauricio Cacho Pérez, amiguísimo del fallecido Miguel Barbosa Huerta y quien fuera director del organismo Convenciones y Parque Puebla, puso a temblar a más de uno.

Si en realidad lo detuvieron o no, no se puede confirmar, lo que sí es que existe una investigación en su contra por desvío de recursos.

Dicen las malas lenguas que se viene una seguidilla de detenciones, que el asunto del manejo y gasto del dinero público es el talón de Aquiles de este grupo.

Eso sí, hay quienes dicen que hay algunos de esta pandilla política que se mantienen con un velo protector, y que pese a todo no serán sancionados como se debiera.

El caso de María Teresa Castro Corro es emblemático, pues, pese a que existe una profusa investigación en su contra por el boquete financiero que dejó en Puebla, cifras estratosféricas de dinero desaparecido que alcanzan los 600 millones de pesos, y otros cientos más que llegan hasta los 2 mil millones, al parecer puede estar medianamente tranquila, porque -dicen- cuenta con el respaldo del “primo de un amigo” que trabaja en el gobierno de la Ciudad de México y que tiene cierta influencia en el gobierno federal.

De ser cierto, estamos ante un escándalo de tamaño estratosférico, digno del socavón económico que dejó en Puebla.

“¡Cómo es posible!”, dirán con asombro muchas y muchos. 

Y sí, en efecto, ¡cómo es posible! 

Dicen los vecinos chismosos que los nexos de Teresa Castro con gente cercana a la jefa de gobierno de la CDMX podrían sacarla del atolladero. 

Eso sí, también es cierto que con el cambio de gobierno federal el reacomodo natural de los sectores de influencia es más que obvio.

Ya se verá si la presunta “protección” con la que cuenta pasa el corte de caja del cambio de gobierno.

*

Un último chisme.

Ayer Gabriela Bonilla Parada, presidenta honoraria del patronato del sistema estatal DIF en Puebla, realizó en compañía del alcalde saliente y la alcaldesa entrante de Zacatlán de las Manzanas, José Márquez Martínez y su esposa Beatriz Sánchez Galindo, lo que llamaron una Jornada Incluyente.

En alianza con asociaciones civiles como Teletón, Una Nueva Esperanza, Cinia y Fundación Clisa, otorgaron sillas de ruedas, lentes, aparatos auditivos, así como asesorías legales, consultas médicas y donación de ropa.

Hasta ahí todo perfecto.

Pero lo más relevante fueron tres puntos:

  1. El recibimiento que le dieron a Gaby, donde ambos presidentes municipales -entrante y saliente- se desvivieron en elogios y agradecimiento; es decir, el municipio se volcó en atenciones para ella.
  2. El empeño que doña Gaby le ha puesto durante dos años a su labor altruista. Si bien es su chamba como presidenta del DIF, a diferencia de muchas otras que han pasado por el cargo y que sólo están ahí para la foto, Gaby dejará su sello.
  3. El ambiente compañerismo y unión que logró construir a su alrededor. Sin la presencia de su esposo, el gobernador Sergio Salomón Céspedes, doña Gaby se ganó su lugar y prueba de ello fue que ayer la jornada se convirtió en una cálida despedida en la que participaron parte de su equipo, funcionarios públicos, medios de comunicación y ciudadanos y ciudadanas que recibieron algún tipo de apoyo.

Sin duda, la vara que dejará será muy alta.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.