El cambio de dirigencia de Morena se debate entre la lógica y lo necesario

¡Vecinas, vecinos!

Pues vaya sorpresa que nos vino a dar el gobierno de Estados Unidos al desclasificar documentos sobre el secuestro, tortura y homicidio del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.

Los documentos ponen de manifiesto algo que durante muchas décadas se ha manejado con pinzas y hasta por debajo del agua, y que en su momento algunos medios de comunicación como la revista Proceso abordaron:

La presunta relación del actual titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, con el caso.

El documento, que bien a bien no profundiza en las investigaciones, sí maneja la línea discursiva de un memorándum que realizaron algunos agentes donde dicen tener sospecha de que el entonces secretario de Gobernación de Carlos Salinas de Gortari podría estar involucrado.

Además, señalan que existen sospechas de que guardaba complicidad en protección hacia algunos narcotraficantes.

Estas versiones se han escuchado durante años, y el exgobernador de Puebla siempre ha negado su participación.

Sin embargo, habría que pensar por qué es que ahora salen a la luz estos documentos.

¿Habrá relación con el cambio de gobierno federal?

¿Será un estatequieto de los vecinos del norte hacia la nueva administración?

¿Será que la frase Big Brother Watching You está aplicada a funcionarios y exfuncionarios mexicanos?

Vamos a ver cómo avanza este tema, o si es que avanza.

Pero, de mientras, el chisme está de película… de narcos.

*

Oigan, lo que de plano no anda avanzando es el cambio de dirigencias de los dos partidos con mayor representación en Puebla: Morena y el PAN.

El primero, ya instalado en el poder y con un crédito electoral impresionante, luego de mostrarse como una aplanadora en los comicios de julio pasado, se debate entre la lógica y lo necesario.

Y es que si bien hay quienes dicen que el relevo natural de Olga Romero Garci-Crespo al frente del partido guinda debería ser don Agustín Guerrero Castillo, la realidad es muy diferente.

Primero porque el Agus está ligadísimo al grupo barbosista que se pretende erradicar y desterrar del partido, y segundo porque el próximo mandatario, Alejandro Armenta Mier, necesita un alfil en el partido “para lo que venga” y “para lo que se ofrezca”.

En el otro caso, el del PAN…

Esos de plano andan pasando trágico amargos con la renovación que tiene enfrentado al grupo de Augusta Díaz de Rivera y Eduardo Rivera Pérez con los “disidentes” y “perseguidos”, quienes mediáticamente han ganado espacios.

Pero Acción Nacional también vive sus infiernitos e infiernotes, y es que después de la derrota estrepitosa que sufrieron, la lógica diría que es necesario un cambio de rumbo.

Aferrados al poder, y a la urgencia por mantenerlo, han estado dilatando la decisión y el modo de elección de la nueva dirigencia para ajustarla a sus necesidades.

Lo cierto es que hay escándalos que le vienen a la dirigencia de Augusta de la que no podrán escapar como grupo.

Los 7.4 millones de pesos irregulares en campaña y que no se han podido justificar, que detectó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, serán una losa para cualquier presidencia que se quede con el PAN.

Vendrán las sanciones y la cepillada presupuestaria, eso es seguro.

Eso sin contar que, aún y con todas las deficiencias de la actual dirigencia, no hay un perfil fuerte que se perfile para ser el contrapeso que Morena y, sobre todo Puebla, necesitan.

Las cosas como son.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

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