México ya tiene a su primera presidenta en la historia de su muy joven democracia

México ya tiene a su primera presidenta en la historia de su muy joven democracia

¡Ajúa, vecinos, vecinas!

Pues como dicen las voces del estadio Cuauhtémoc:

“Sale, con el número 2018-2024 Andrés Manuel López Obrador. Entra, con el número 2024-2030, Claudia Sheinbaum Pardo”.

El tiempo llegó y México ya tiene a su primera presidenta en la historia de la muy joven democracia mexicana.

Los retos que deberá enfrentar la mandataria de la colita de caballo sin duda son muchos: primero que nada, debe, de alguna manera, marcar distancia de la figura de AMLO, hacerlo en un par de temas como el de la seguridad y la reforma judicial, por ejemplo, y mantener cerca su imagen en relación con los programas de Bienestar.

Sheinbaum Pardo deberá, además, lidiar con la idea mediática de que López Obrador será un presidente de home office, que la relación con el ejército será a través de Omar García Harfuch y que el plan que tiene de adelgazar la plantilla burocrática federal será una piedra en el zapato durante su gobierno.

Sin duda lo que viene será diferente pero, para quienes le dieron el respaldo vía López Obrador, está lleno de posibilidades.

¡Que inicien, pues, los juegos a nivel federal!

*

Ayer, que por fin se dio a conocer el equipo de Pepe Chedraui que lo acompañará durante su administración como alcalde de Puebla, la mera verdad es que hubo más de uno que quedó inconforme por la falta de perfiles identificados con Morena.

¡Bueno!

Ni Rodrigo Abdalá Dartigues, de quien se dijo tendría un papel preponderante en el ayuntamiento, obtuvo hueso.

Muchos vecinos morenistas se quejaron amargamente en esta vecindad, porque lo ven como un desatino y otros como una consecuencia.

Y es que si algo hay que reconocer es que Pepe Chedraui supo capitalizar las revueltas internas de un partido que se debatía entre el rencor y la posibilidad.

La designación de esa candidatura, bajo la lógica estatutaria, debió quedar en manos de un cuatrotero de hueso colorado, pero ni entre ellos supieron ponerse de acuerdo.

Así que todo cambió al momento de las designaciones.

La vieja frase de “en política no hay sorpresas, sino sorprendidos” resulta hoy más que aplicable.

Pero como dijimos en la entrega anterior, queda ver cómo es que el alcalde y su equipo afrontan el reto de gobernar la “joya de la corona” del estado de Puebla, y ver qué tanto les resulta su virtual deslinde de las políticas morenistas.

Pero de que va a estar bueno, va a estar bueno.

¿No creen?

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

 

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