Tiempo de mujeres, pero no en San Lázaro; Monreal y Haces se apoderan del Congreso

¡Yepa, yepa, vecinos!

Llegó el tan esperado cambio de mando en la ciudad de Puebla.

Le toca el turno a Pepe Chedraui, quien sin ser un activo de Morena consiguió recuperar la capital para el partido guinda.

Se sabe que Pepe arrancará con todo, aunque en el camino encuentre en las finanzas heredadas su primera piedra.

Los baches, los antros, el comercio informal, la inseguridad,las luminarias, juntas auxiliares en total abandono… todos suman al gran desbarajuste que, en un diagnóstico, la nueva administración sabe que debe hacerle frente.

Con la entrega del mando de parte de la siempre criticada María del Consuelo Cruz Galindo al nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Guillermo Antonio Almazán Smith, arrancó el gobierno de Pepe.

Respaldado por algunos morenistas y criticado por otros, el alcalde Chedraui tiene el reto de dar resultados y de hacerlo mediante los lineamientos del Movimiento de Regeneración Nacional.

El orden de las cosas en la capital del estado ya cambió.

Así que como diría doña Evelina, quien prepara el mejor mole de panza de San Baltazar Campeche:

¡A darle, que es para hoy!

Tiempo de mujeres, pero no en San Lázaro.

El 80% de los cargos donde se toman las decisiones son hombres, ya había una mujer presidiendo la Cámara de Diputados, pero falleció e impusieron un hombre.

El acuerdo era dejar a Olga Sánchez Cordero o Dolores Padierna, pero cinco minutos antes dejaron a Sergio Gutiérrez Luna, cuando esa posición le tocaba a una mujer.

Olga lo sintió como una falta de respeto a su trayectoria y dijo que a su edad no está para este tipo de juegos sucios y que terminando la legislatura se retira de la política; será una diputada más, pero ya no se mantendrá en el movimiento

Así que el tiempo de las mujeres en el Congreso de la Unión duró 20 días.

Ahora los que mandan son una dupla temible. Infunden miedo, amenazan y desplazan, detectan quiénes están con ellos y quiénes se revelan.

No hay mucho qué decir, estás con ellos o contra ellos.

Se trata de Ricardo Monreal Ávila, diputado federal, presidente de la Cámara de Diputados, y Pedro Haces Barba, su compadre, brazo derecho, superoperador y diputado que ostenta el nuevo cargo de coordinador político de la bancada de Morena.

Monreal designó a Haces y desplazó completamente a los dos vicecoordinadores que se suponían llegaban como parte de los acuerdos de Morena y de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Alfonso Ramírez Cuéllar y Gabriela Jiménez han quedado desdibujados.

Pocos, muy pocos diputados se atreven a alzar la mano, pues les toman fotografías para detectar quiénes son.

Operan al más puro estilo gansteril, como en los años dorados del PRI y la CTM; de allá vienen, Haces y Monreal.

Vean su forma de operar…

Convocan a sesiones del Grupo Parlamentario de Morena de madrugada, a las 2 o 3 de la mañana.

La primera fue para votar el reglamento interno de los diputados de Morena; entre las penumbras les piden que voten un documento que apenas les presentaron unas horas antes.

Pedro Haces les pide que alcen la mano, no será voto secreto, sino a mano alzada y toman fotografías para ver quién no alza la mano.

Monreal no se ensucia, no da la cara.

Una reunión similar se hizo para definir las presidencias de las coordinaciones, de madrugada y con un acuerdo planchado.

Los obligan a firmar y les ofrecen prebendas como bolsa de recursos para gestiones, más dinero para coordinadores en la Cámara y les ofrecen subir al pleno.

La única posición que pidió la presidenta fue la Comisión de Presupuesto para Carlos Ulloa, y ni eso le respetó Monreal.

Al final se han salido con la suya.

Morena tiene una bancada de 257 diputados, unos 200 están bajo el yugo de la dupla Monreal-Haces y 57, quienes se intentan revelar, se hacen llamar “Diputados Claudistas”, porque se oponen a Monreal.

Se dice que su objetivo es someter a la presidenta de México con el tema del presupuesto.

Lo más peligroso es que esto apenas empieza; faltan tres larguísimos años.

Por cierto, la estadística en el caso de Puebla es igual; de 18 diputados federales, 15 aceptaron las dádivas y tres han sido excluidos.

¿Habrá alguien que los paré?

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

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