Víctor Manuel Sánchez Ruiz, tan nuevo en su nombramiento como viejo en el marinismo
Sánchez Ruiz fue señalado muchas veces por ser omiso para investigar daños patrimoniales o investigar a funcionarios por corrupción
¡Ayayay, vecinos y vecinas! La política tiene sus giros inesperados, pero se nutre de la constancia y la costumbre. Las vueltas de la vida colocan a varios personajes en el mismo lugar o con los mismos afectos. Diría la canción: “en el mismo lugar y con las mismas gentes”. Ahí tenemos el caso de Víctor Manuel Sánchez Ruiz, quien se convirtió en el nuevo comisionado ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción. Tan nuevo en su nombramiento como viejo en el marinismo. Lo digo porque él no fue cualquier marinista, un advenedizo de ese grupo político al que ya había chupado la bruja, pero que ahora anda resurgiendo de entre sus cenizas. Y es que miren ustedes, don Víctor tuvo gran peso y responsabilidad durante esa época política en la que fungió nada más y nada menos que como contralor. ¡Qué tal! Y sí, es cierto que ya pasaron años y lo que ustedes quieran, pero el tamaño de esa losa llamada Mario Marín es muy pero muy pesada. El mote no se quita con una lavadita ni con el bálsamo de ahora estar “en el lado correcto de la historia”. Sánchez Ruiz fue señalado muchas veces por ser omiso para investigar daños patrimoniales o investigar a funcionarios por corrupción. También se le acusó de haber encubierto irregularidades y negarse a investigar la detención y violación de derechos humanos contra la periodista Lydia Cacho. ¡Jijos! Ese es el nuevo comisionado ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción. En esta vecindad esperamos que el pasado no lo alcance y que afronte esta responsabilidad de forma adecuada, por el bien de la entidad. Lo malo es que, así como hay quienes arrastran apodos desde niños, hay quienes arrastran sus filias políticas durante muchos, pero muchos años. Ni hablar. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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