Lalo Rivera prometió cambiar el rumbo de Puebla y tal parece que el de su familia política
El grupo de panistas que están contra del poder de Rivera continúan atizando contra el actuar no solo de él, sino también de sus más allegados
Ni tardos ni perezosos, la clase política y organismos ciudadanos abordaron el tema polémico de la castración química, una propuesta que presentará el próximo gobernador Alejandro Armenta Mier al Congreso de Puebla. Como bien se lo dije ayer, el barullo de declaraciones iba a estar de a peso, sobre todo porque un tema tan candente iba a dividir sí o sí a la sociedad entera. Entre el sí y el no aceptar la propuesta se refleja la poca confianza de la sociedad en el sistema de justicia, un sistema que ya pasa agua y que no ofrece, ya sea por desinterés, incapacidad o corrupción, la justicia que piden las y los vecinos. Desde ya, varios diputados alzaron las cejas y dijeron algo así como: “a ver, a ver, vamos a esperar porque ese tema vulnera los derechos humanos”. Otros diputados, como Jaime Natale Uranga, dijeron algo así como que órale, que sí, que a wilbur, que cómo de que no. Otros tantos, más tibios, señalaron que habrá que conocer en qué consiste la propuesta completa, porque de oídas pues mejor ni opinar. La que salió a parar en seco la propuesta fue la presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. El primer evento polémico y supo echarse ese trompo a la uña. Ni más ni menos que Rosa Isela Sánchez dijo: “Con relación a las declaraciones realizadas por el gobernador electo, la CDH se pronuncia en contra de considerar la castración química como sanción, pues su implementación es un trato cruel, inhumano y degradante, violatorio de derechos humanos”. Seguramente el tema seguirá dando de qué hablar, y seguramente habrá más posturas del gobernador electo Armenta. Eso sí, dicen por ahí que el tema lo podrían subir con el actual gobernador Sergio Salomón Céspedes pues, según me han chismeado, serviría para marcar la diferencia entre el mandatario saliente y el entrante, un pique que, me aseguran con virgencita en mano, existe. Ya se verá. * Lo que también está dando de qué hablar es la pelea interina en el Partido Acción Nacional. A disgusto, el grupo de panistas que están contra del poder casi plenipotenciario de Eduardo Rivera Pérez continúan atizando contra el actuar no sólo de él, sino también de sus más allegados, socios y empleados. Ahora le tocó el turno a la diputada Liliana Ortiz Pérez, esposa del expresidente municipal que prometió corregir el rumbo, y tal parece que también de su familia política. Nomás fíjense ustedes: María Esther Ortiz Pérez, regidora de Puebla por Movimiento Ciudadano. Liliana Ortiz Pérez, diputada federal por Acción Nacional Denisse Ortiz Pérez, senadora por el PT. Más info, aquí:Tunden quejas contra Denisse Ortiz Pérez ¡Ah, jijos! Y aunque en realidad no tiene nada de malo que cada una tenga su partido, sí se levanta la sombra de la duda sobre los intereses que representan. Lo que es cierto es que en la panadería más azul del condado se vivirá una batalla todos los días, una que tendrá su primer verificativo en las elecciones intermedias. En esas elecciones se darán con todo. Ya lo verán. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]
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