Se dieron a la tarea de inventar que el inventario de Museos era un invento chino y que faltaban más cosas de las que había en exhibición y en bodegas
¡Ay, vecinos y vecinas! En esta vecindad llamada Puebla, si no es Chana es Juana, y si no es su hermana. Aquí todo pasa y, si no pasa, es porque se hace a escondidas y ni cuenta nos damos. * Oigan, pues nos siguen llegando reacciones a esta vecindad sobre la comparecencia en el Congreso local de Enrique Glockner Corte, el todavía secretario de Cultura en Puebla. Unos hablan de la penosa actuación de las y los diputados. Salvo la morenovallista Susana Riestra Piña, el resto de sus compañeros y compañeras actuaron como auténticos paleros aplaudiendo y elogiando todo lo que no hicieron Glockner y Nochebuena. Cuentan también que los trabajadores serios de Museos Puebla dijeron, desde siempre, que los faltantes y robos en los recintos fueron perpetrados y escondidos desde antes del morenovallismo y, por lo tanto, inexistentes en los inventarios que quedaron desde Mario Marín Torres. Ante la incompetencia y la falta de proyectos culturales y museísticos por parte de María de los Ángeles Rodríguez y Sergio Vergara Berdejo, se dieron a la tarea de inventar que el inventario de Museos era un invento chino y que faltaban más cosas de las que había en exhibición y en bodegas. Y, para los que ya no se acuerden de esos tiempos, vale la pena recordar que la Secretaría de Cultura del barbosismo vivió un escándalo tras otro; el primero, por el primer Glockner, Julio, quien llegó a la Secretaría en medio de acusaciones hacia la entonces subsecretaría de Cultura, Monserrat Gali. Después de que le dieran las gracias a Julio, llegó Sergio Vergara en medio del escandalazo de haber sido calificado por el director del INAH, Diego Pietro, como el “enemigo número 1” de la cultura poblana. Con el afán de desviar la atención pública ante tal descalificativo, Vergara decidió avalar el temerario diagnóstico que María de los Ángeles presentó como “El Robo Cultural del Siglo”, infundado argumento que, sin pensarlo dos veces, Sergio se lo vendió a Barbosa a cambio de que no lo corriera. Y ya encarrerado por el simple gusto de desprestigiar gente, el primer gober 4T de Puebla utilizó esta falacia para “exhibir” a los Moreno Valle. Y así, entre mentiras y absurdos creció la bola de nieve, sin que ninguna autoridad hiciera lo elemental: contar y recontar, registrar y corroborar el acervo de los Museos, mismo que siempre ha estado y está en las salas de exhibición o en las bodegas de tránsito y resguardo. Ante este panorama, los aplausos a Glockner 2, Enrique, y de refilón a Anel, por parte de los diputados, pone una vez más en tela de juicio si su lealtad está con la sociedad o con alguien más.
De pena ajena, ¿no creen?
Por cierto, de los desvíos de recursos de Sergio Vergara, ahora que asesorará en temas culturales al nuevo gobierno, luego hablamos. * Y ya para cerrar los chismes de la cultura en Puebla.
Luego de la suspensión temporal, o no, de la muestra que tenían montada en el Palacio Municipal, es imposible no rememorar los fantasmas que persiguen a Anel Nochebuena Escobar. Una vez más la sombra que acompaña a la actual titular de Cultura en el municipio volvió a hacer de la suyas. La exposición “Kahlo, Carrington y Varo” se suma a las ya bastantes exhibiciones organizadas por el equipo de Nochebuena a las que el infortunio de la falsedad atrapa. Nomás hay que hacer memoria y recordar que en enero de este año, cuando Anel fungía como directora de Museos de Puebla, fue señalada por montar 20 obras falsas de Frida Kahlo, Diego Rivera y otros artistas, en la exposición del Museo Internacional del Barroco llamada “Hecho en México”. Nochebuena aseguró que tenía las facturas y actas notariales, que por cierto nunca se mostraron. El caso quedó archivado y solo vive en la memoria de los escándalos de internet.
Es cuanto. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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