Exauditor exhibe la forma de operar del barbosismo mediante el combo Barbosa-Orozco, Biestro-Merino Escamilla-Palafox
Resulta que Romero Serrano salió a decir varias linduras que él vivió y padeció como auditor, dio pelos y señales sobre los encargos que le hacía Barbosa
¡Ayayay, vecinos y vecinas! Vaya bombitas que soltó el exauditor Francisco Romero Serrano, quien fue perseguido y encarcelado por Miguel Barbosa Huerta, ese exgobernador que destrozó la credibilidad en las instituciones poblanas al gobernar con bilis y tripas, con acidez y encono, con venganza y torpeza. Resulta que Romero Serrano salió a decir varias linduras que él vivió y padeció como auditor, y dio pelos y señales sobre los encargos que le hacía Miguel Barbosa. Palabras más, palabras menos, dijo que a través de Gabriel Biestro Medinilla, hijo putativo del barbosismo y quien en ese tiempo podía pavonearse en el Congreso del estado, se le ordenó perseguir a enemigos políticos, específicamente a Claudia Rivera Vivanco, la alcaldesa de Puebla que por esos tiempos buscaba la reelección y cuyos números le alcanzaban y sobraban para hacerlo, pero que el barbosismo se encargó de dinamitar a través de persecuciones, denuncias, campañas y trascendidos mediáticos. “Yo qué voy a querer exhibir a una precandidata a la presidencia municipal cuando ni siquiera era oportuno que la Auditoría diera una posición respecto a la actuación de la presidenta municipal, que en ese momento había temas mediáticos”, dijo Romero. No se nos debe olvidar que mucha de la prensa poblana sirvió de tapete del barbosismo y abonó lo suficiente para que Eduardo Rivera Pérez se convirtiera en alcalde en 2021, entregando los terribles resultados que ahora se padecen en Puebla. Ni más, ni menos. Francisco Romero aseguró que se le ordenó la persecución, pero que él no quiso y que por eso lo entambaron. ¿Será? Cierto o no, la realidad es que el exauditor exhibió la forma de operar del barbosismo mediante el combo Barbosa-Orozco, Biestro-Merino Escamilla-Palafox, un grupúsculo que, en palabras del exauditor, actuaban cuál bandidos políticos. ¡Vaya cosas! Vamos a ver con qué cara avalan las palabras de Serrano, con qué rostro defienden a los señalados. Triste es ver cómo esos personajes que actuaron por consigna y línea encontraron cobijo y sustento en la administración municipal, estatal y federal. Están viendo y no ven. Una tristeza, una verdadera tristeza. * Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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