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Seguridad y desarrollo, los dos mayores retos del gobierno de Alejandro Armenta

Y tal parece que el gobernador los tiene medidos y estudiados; hay que ver si la estrategia que empleará para fortalecerlos es la adecuada

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¡Vecinos y vecinas!

No hay plazo que no se cumpla ni fiesta que no llegue.

A un par de días de que Alejandro Armenta Mier pasó de ser gobernador electo a gobernador en funciones, este lunes 16 arranca su primer lunes como mandatario en Puebla, y lo hace con expectativas tan altas como los retos que se han acumulado durante el periodo de Miguel Barbosa Huerta y Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Alejandro llegó enfundado en el color vino de Morena, pero su equipo ha tomado perfiles de aquí, de allá y acullá.

Muchos puristas se indignan, otros aseguran que así se puede gobernar mejor.

Ya se harán las cuentas en los primeros cien días, en los que son varios quienes desde ya se chismea que no pasarán el corte de caja porque hay dependencias más grandes que los nombres de las y los que fueron nombrados para dirigirlos.

Los dos mayores retos se encuentran en seguridad y desarrollo, ambos temas quedaron estancados durante los últimos años.

Y tal parece que el gobernador los tiene medidos y estudiados; hay que ver si la estrategia que empleará para fortalecerlos es la adecuada.

En fin, se viene un gobernador más y en estos primeros días no nos queda, sino desear suerte y templanza para hacer de esta vecindad llamada Puebla un lugar a la altura de lo que se merece.

Ya se verá si las y los miembros de su gabinete fueron las elecciones adecuadas.

 

Ya se verá si la autocrítica estará presente.

 

Ya se verá si por “Amor a Puebla” son hechos y no palabras.

 

Ya se verá, ya se verá.

*

El que también anda estrenando cargo es nada más y nada menos que Mario Riestra Piña, quien junto con Genoveva Huerta Villegas, se convirtió en el nuevo líder del panismo poblano.

Lograron lo que parecía imposible, pero lo que se antojaba lógico: sacar a la facción política-religiosa de Eduardo Rivera Pérez y compañía de Acción Nacional.

La tuvieron difícil porque el enemigo estaba en casa y, pese a todo, salieron victoriosos.

Riestra agrupó diversos grupos que veían en Eduardo Rivera, a través de Felipe Velázquez Gutiérrez, la imagen de la derrota y el sectarismo, de la exclusión y la persecución.

Los retos que tendrá la nueva dirigencia no son pocos si tomamos en cuenta que primero deberá “pagar” compromisos con sus aliados; luego, dar la cara como oposición y convertirse en una oposición de ideas, crítica y plural, alejada del discurso facilón de “buenos” y malos” que muchas veces permea a los del partido blanquiazul.

 

¿Lo logrará?

 

La verdad es que lo dudo un poco.

 

Pero esperemos que al menos se pongan a chambear en ello.

*

 Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

 

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