Cobran mil pesos a trabajadores de la CDH Puebla para su posada navideña

Vecinas, vecinos, ¿cómo han estado? ¿Ya están disfrutando de los convivios sabrosos de sus trabajos? ¿Ya salieron de posada? ¿Ya se ganaron teles, bocinas, cuchillos y cobijas?

¡Ay! Pues qué envidia, disfruten estos días de convivencia y convivencia, que momentos para sonreír y disfrutar hemos tenido poquitos en los últimos años.

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Oigan, pues ya para ir cerrando el año…

Les cuento que el drama cultural poblano ha llegado a un callejón sin salida; al menos una salida honrosa y digna para los involucrados en el nombramiento de la párvula Gloria como secretaria del ramo.

Asunto este en el que hemos pasado del asombro de su nombramiento, al desconcierto de su experiencia laboral y, finalmente, al sofoco de saber que la Constitución poblana condiciona el ejercicio de su nombramiento hasta que cumpla los 25 años, es decir, dentro de dos, ya entrado el 2026.

¿Cómo fue que llegamos a esto?

Será tema de análisis, discusión y bochorno colectivo durante largo tiempo y, desde luego, jamás sabremos a cabalidad las siguientes cosas:

1. ¿Cómo es que nadie en el equipo de asesores del nuevo gobierno advirtió y le advirtió al actual mandatario la imposibilidad de que Gloria llegara al cargo?

    

2. ¿Cómo es que los tutores de Gloria se atrevieron a lanzarla a ese turbulento mar lleno de tiburones que conforman las mafias culturales poblanas? Su hija, como la mayoría de los que han pasado por esa dependencia, difícilmente saldrá emocionalmente bien librada de este trance.

    

3.  Cómo es que los cultos poblanos no levantamos el grito en el cielo cuando advertimos el desastre que se avecinaba en cuando vimos la expresión en el rostro de Gloria cuando se enteró del nombramiento.

    

Como dice nuestro amigo Julio: Se necesita hacer un profundo acto colectivo de arrepentimiento cultural y aceptar que solo “la párvula boca” de la musa de Agustín Lara, “siendo tan niña, lo enseñó a pecar”; las demás párvulas bien pueden esperar a madurar “un poco más, un poco más, antes de pecar culturalmente”.

El que entendió, entendió.

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Solo para echar un poco más de chismecito.

Les cuento que la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla tuvo la osadía de organizar una posada navideña el pasado miércoles 11 de diciembre en el antro de su amigo Erik Tirado en la avenida Juárez.

Hasta ahí bien, fiestecita, tragos y buena onda.

El problema es que al mismísimo estilo de su antecesor José Félix Cerezo Vélez, Rosa Isela Sánchez Soya les pidió a los que más ganan mil pesos para solventar la compra de regalos para la rifa.

No conforme, cuentan que la fiesta parecía ser más de las amistades y familiares de la presidenta que del propio personal, ya que estuvo llena de una decena de sus amigas y más de sus familiares. 

Si no me creen, solo basta echarse un brinco a las fotos y videos que circulan por ahí, donde se ven a más señoras que personal de la CDH comiendo, bebiendo y bailando a costa de los recursos públicos de la Comisión.

¿Ustedes creen?

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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