PRI, PAN, PRD (y PSI, si se anima) necesitan mantenerse relevantes, incluso si eso significa unirse con quien sea
¡Ay, vecinos y vecinas! Esta Puebla es tierra de mole, volcanes y… dramas políticos dignos de una telenovela.
¿Por qué?
Nada más y nada menos que ahora le tocó al dirigente estatal del PRI, que ya parece hasta dirigente vitalicio, Néstor Camarillo Medina, armar el escándalo.
¿La trama?
Impugnar al Consejo General del Instituto Electoral del Estado (IEE), porque no les dejan formar nuevas alianzas para las elecciones extraordinarias en cuatro municipios.
¿Cómo es eso de que no pueden jugar a los compadres con quien quieran?
¡Qué falta de sensibilidad democrática!
¡Ja!
Según Camarillo, el PRI y el PAN ya tienen un pacto para ir juntos en Venustiano Carranza y Xiutetelco. Pero, ojo, quieren extender la “hermandad” a Chignahuapan y Ayotoxco de Guerrero, porque, claro, los triunfos no se construyen solos. El pequeño problema es que el IEE dijo: “Hasta aquí, señores”. Y ahí es cuando Néstor, con su mejor pose de indignación, anuncia que va a impugnar. Porque si algo sabe el PRI, además de gobernar, es apelar decisiones. Por supuesto, la alianza no es nueva. El PAN, ahora con Mario Riestra Piña al mando, prometió “respetar” al PRI como iguales. Nada como un poco de amor mutuo para dejar atrás los días oscuros con Augusta Díaz de Rivera, cuando los priistas no se sentían “vistos”. Al final, la política es como una relación: si no te sientes apreciado, buscas un nuevo partner.
Y como en toda buena historia, hay un tercer actor: el PRD.
Sí, todavía existe.
Según Néstor, el PRD está más que listo para sumarse a esta gran fiesta en Venustiano Carranza, con la esperanza de recuperar algo de dignidad… y tal vez su registro como partido local. Porque no hay nada como una alianza para devolverle la vida a un partido en terapia intensiva.
¿Y el PSI?
Pues, aún están indecisos.
Néstor tiene esperanzas de convencer a su líder, Nadia Navarro Acevedo, de unirse al club de las coaliciones. Quizá ofrezcan mole y tamales para cerrar el trato, porque aquí nadie queda fuera si puede sumar votos. Miren ustedes, detrás de todo este show de alianzas, impugnaciones y reuniones, está el verdadero objetivo: la supervivencia política. PRI, PAN, PRD (y PSI, si se anima) necesitan mantenerse relevantes, incluso si eso significa unirse con quien sea.
¿Importan los ideales?
Tal vez, pero en estos tiempos, parece que las siglas pesan más que las causas. Así que prepárense, porque esta telenovela apenas empieza. El próximo episodio podría traernos desde nuevos dramas legales hasta alianzas inesperadas. Mientras tanto, las y los vecinos observan, entre el asombro y la resignación, cómo la política se transforma en el mejor reality show del estado. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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