Los montos oscilan entre 500 y mil pesos por cabeza; cuando el compromiso es más grande, dicen que hasta 5 mil pesos se han llevado
¡Qué tal, vecinas y vecinos!
Oigan, vaya tiempos inciertos y de despelote que existe en el flamante Partido Acción Nacional, ese partido que no ha sabido ser oposición y que recientemente vivió su propia guerra intestina por el poder.
Miren ustedes, vámonos por partes:
Primero: ¡Vaya suerte!
Y es que Mario Riestra Piña apenitas heredó 1.8 millones de pesos de parte de la anterior dirigente del blanquiazul, doña Augusta Díaz de Rivera, para mantener a flote el barco del PAN en Puebla. Y es que, claro, con ese dinero apenas si se pueden pagar servicios tan básicos como la luz, el internet y el teléfono…
¡Ni hablar de contratar Netflix para las reuniones estratégicas!
¡Pobre!
¿Quién necesita servicios básicos cuando tienes la posibilidad de pedirle al Comité Ejecutivo Nacional que te adelante más recursos? No importa cuánto fue, vecinas y vecinos, seguro fue suficiente para, al menos, mantener el café en las oficinas. Porque, ¡vaya!, qué sería de un partido sin su dosis diaria de cafeína.
Segundo: Está el pequeño detalle de las irregularidades detectadas en el proceso de entrega-recepción. ¿Qué sería de la política sin esos adorables y omnipresentes problemas administrativos? Pero no pasa nada, que siempre queda tiempo para solucionar las cosas a último minuto. Después de todo, la comunicación con Augusta Díaz de Rivera y la nueva dirigencia sigue abierta. Al menos eso es lo que dicen.
Tercero: La alianza con el PRI. ¡Qué emocionante! Aunque aún no se ha definido si irán juntitos o no en la mayoría de los municipios que irán a comicios extraordinarios, excepto en Venustiano Carranza. Pero no se preocupen, vecinas y vecinos, no coman ansias, que antes de que acabe febrero sabremos en cuántos municipios se armará la súper mega coalición. Y luego no quieren que les digan PRIAN.
¿Quién dijo que la política no es una telenovela?
En fin, así es la vida en la panadería más azul del condado, un constante juego de malabares con recursos limitados, alianzas inciertas y, por supuesto, la siempre presente posibilidad de una buena taza de café.
¿Con una o dos cucharadas de azúcar? * El estiércol brota en Chalchicomula de Sesma, uno de los municipios más grandes del estado de Puebla, llamado también Ciudad Serdán, donde las elecciones para juntas auxiliares son la caja chica de Uruviel González Vieyra, presidente municipal reelecto. Quienes lo conocen muy de cerca y trabajan para él aseguran que González Vieyra, es la viva imitación, pero barata, de la imagen, encarnación y semejanza de su mentor Rafael Moreno Valle Rosas, por aquello que ha venido construyendo a discreción tal como si fuera un jefe de plaza un imperio en el Valle de Serdán. Con decirles que los hermanos de Uruviel fueron reelectos en los municipios vecinos de Tlachichuca, Giovanni González Vieyra, y en San Nicolás Buenos Aires, Ramiro González Vieyra. Resulta que en las próximas elecciones para renovar las juntas auxiliares de Chalchicomula, los candidatos de González Vieyra tienen la misión de hacer más grande el imperio de esta familia nada más y nada menos que ayudando a Uruviel a cumplir su mayor sueño: ser el próximo gobernador de Puebla, esto claro, si se lo permite el gobernador Alejandro Armenta Mier. Cuentan que Vieyra pretende comprar votos regalando dinero los días de plaza; los montos oscilan entre 500 y mil pesos por cabeza; cuando el compromiso es más grande, dicen que hasta 5 mil pesos se han llevado. Eso explica las largas filas que se forman cada que toca ir al mercado.
Pues, así, el chisme en esta región donde impera la ley de los Vieyra.
¡Quién los viera… a los Vieyra! * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]
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