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“Ley mordaza” de Andrés Villegas, en procesos de maquillaje

El diputado ha decidido congelar su propuesta por un año para hacerle unos retoques y que no parezca (tanto) una mordaza

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¡Vecinas, vecinos!

 

No cabe duda de que es requetebonito cuando los políticos nos regalan momentos de genuina comedia involuntaria.

Miren ustedes que estos días, el diputado Andrés Villegas Mendoza nos sorprendió con su más reciente obra maestra: una iniciativa que regula el periodismo, pero que, según él, no pretende ser una “ley mordaza”, aunque huele, sabe y suena exactamente como una.

Más info, aquí: En Puebla se busca regular al periodismo… con manual de buenas maneras

La propuesta de Villegas es simple (y algo simplona, a decir verdad):

Los periodistas deben “conducirse con la verdad”, no meterse en la vida privada de los funcionarios y, básicamente, evitar decir cosas que puedan incomodar a los servidores públicos.

 

Qué conveniente, ¿no?  

 

El problema, queridas vecinas y queridos vecinos, es que la iniciativa generó un pequeño tsunami de críticas.

 

¿Por?

 

Resulta que a la gente no le gusta que le digan cómo hacer su chamba, especialmente cuando su trabajo es fiscalizar al poder.

Pero no se preocupen, que nuestro querido diputado ha escuchado las críticas y, en un gesto de infinita bondad, ha decidido congelar su propuesta por un año para hacerle unos retoques y que no parezca (tanto) una mordaza.  

 

Magnánimo.

 

Villegas nos quiere convencer de que esto no es un intento de controlar la prensa, sino una noble cruzada para mejorar las condiciones laborales de los periodistas.

Claro, porque la precariedad del gremio se soluciona sancionando a los reporteros que, según él, no informan con “la verdad”.

 

¿Y quién decide qué es verdad?

Pues ya se imaginarán.

Qué alivio saber que la democracia sigue firme y fuerte en Puebla.  

Así que, por ahora, la iniciativa queda en stand by.

 

¡Pero ojo!

 

Esto no significa que la hayan descartado, solo la están maquillando para que se vea más amigable y menos autoritaria.

Como quien le pone brillantina a un bozal.

 

¡Ternuritas!

 

Mientras tanto, sigamos atentos, vecinas y vecinos, porque si algo nos ha enseñado la historia es que cuando un político dice que no quiere censurar a la prensa, generalmente es porque ya tiene las tijeras listas.  

 Porque dime de qué presumes y te diré de qué careces.

 

¿No creen?

*

 

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

 

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