Los periodistas deben abstenerse de invadir la vida privada de las personas, tergiversar información o incurrir en falsedad
¡Vecinas, vecinos!
Periodistas y aspirantes a serlo, preparen sus libretas y vayan afinando la pluma, porque en Puebla el ejercicio del periodismo estará regulado.
Y no, no es broma.
La flamante iniciativa de ley presentada por el diputado de Morena, Andrés Villegas Mendoza, viene con todo para que los comunicadores se porten bien y no anden por ahí informando sin veracidad, objetividad y responsabilidad. La idea es clara: los periodistas deben abstenerse de invadir la vida privada de las personas, tergiversar información o incurrir en falsedad. O sea, que ahora la crónica de espectáculos también podría ser considerada casi un acto delictivo.
¿Y quién decide qué es falso o tergiversado?
Bueno, eso no lo dicen.
Pero seguro alguien con buen criterio y completamente imparcial, ¡claro que sí! Por ahí me chismearon que la iniciativa hizo levantar la ceja a más de uno en los niveles federales.
¿Será?
Y es que miren ustedes, vecinas y vecinos, el Artículo 4 de la iniciativa dice que el Gobierno del Estado podrá celebrar convenios con los medios de comunicación para el cumplimiento de esta ley. Más info, aquí: Diputado presenta iniciativa para regular a periodistas en Puebla Es decir, que habrá una feliz colaboración entre los periodistas y el gobierno, siempre y cuando los primeros sean muy obedientes.
¿Que no escribes lo que queremos?
¡Ah!, pues tal vez no recibas publicidad oficial.
Todo en nombre de la veracidad.
Y es que una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, porque uno de los artículos habla de que los periodistas se deben abstener de incurrir voluntariamente en un error.
¡Achis!
¿Cómo se hace eso?
Quizás al diputado Villegas le costó trabajo hablar de dolo, pero, a grandes rasgos, eso es lo que quiere decir diciendo sin decir lo que dijo.
¿Tenemos o no tenemos la razón?
También se menciona que las y los periodistas deben evitar la apología del odio, la violencia o la discriminación. Lo cual suena muy bien en el papel, hasta que recordamos que cualquier crítica fuerte puede ser interpretada como “incitar al odio” si así le conviene a quien tiene el poder. Pero tranquilos, hay buenas noticias: la ley prohíbe que los gobiernos estatales o municipales definan una línea periodística.
¡Uf, menos mal!
No queremos que nadie imponga lo que se puede escribir y lo que no… salvo que seas un periodista y decidan que tergiversaste algo.
Ahí sí hay sanciones.
Como cereza en el pastel, en el Artículo 45 se establecen sanciones para las y los periodistas que no cumplan con los principios éticos impuestos. Y si creías que podías argumentar tu derecho al secreto profesional, no te emociones demasiado: solo un juez podrá determinar si puedes mantenerlo o no.
Así que ya lo saben, estimados reporteros.
En Puebla se busca proteger su labor, respetar sus derechos y reconocer su trabajo… regulándolo hasta que se parezca más a un manual de buenas maneras que a la libertad de expresión.
¿Veracidad? Sí, pero según quién mande.
¡Feliz día de la prensa libre! (Mientras dure). * Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]
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