Sobrevivimos a otro fin de semana “normal” en Puebla, donde la adrenalina está incluida en el precio de la vivienda y la seguridad es, más que un derecho, un milagro
¡Ah, vecinas y vecinos!
Puebla, este bello estado, lugar que alberga dulces típicos como los camotes y platillos complejos como el mole, este lugar donde el desbarajuste y el caos hicieron de las suyas estos últimos días.
¿Por qué?
Nada más y nada menos porque este fin de semana nos regaló un espectáculo que ni el mejor guionista ganador de un Oscar podría haber imaginado. Para empezar, tuvimos ejecuciones, un atentado, una revuelta policial, bloqueos carreteros y, por si faltaba algo, unos bonitos arrancones ilegales para ponerle adrenalina al asunto. El viernes arrancó con una detención misteriosa que terminó en una balacera repartida por varias colonias. Lamentablemente, dos policías fueron ejecutados y, como si eso no bastara, los agresores decidieron prenderle fuego a un Oxxo.
Algunos hablan de represalias, otros de ajustes de cuentas. Tan terrible lo uno, como lo otro.
El sábado nos regaló un atentado contra el delegado de Bienestar en Chiautla, quien tuvo la mala suerte de no detenerse cuando unos sujetos decidieron que era su día de suerte.
Resultado: un muerto y un funcionario en el hospital.
Mientras tanto, en el Zócalo de Puebla, tras el asesinato de sus compañeros, los policías y montaron su propia protesta. Exigían la renuncia de su jefe, mejores condiciones laborales y, oh sorpresa, un seguro de vida, porque al parecer, ser policía en Puebla es básicamente jugar a la ruleta rusa sin premio. Esta es la información: Policías municipales de Puebla logran destitución de “El Sauce” tras paro de labores ¡Insólito!
Resultado: el jefe en cuestión renunció, pero la bronca no terminó ahí, porque en la madrugada los agentes de la Comisaría Sur exigieron la salida de otro mando. Un clásico caso de “se va uno, pero el show debe continuar”. ¿Qué fue lo qué pasó en la autopista Atlixco-Puebla?Pero la joya del domingo fue la autopista Atlixco-Puebla, que amaneció bloqueada por habitantes indignados por la desaparición de dos niñas. Neumáticos incendiados, vías colapsadas y una ciudad entera preguntándose si llegaría a su destino. Al final, y por fortuna, las menores aparecieron y la vialidad fue reabierta. Más información: Secuestran a menores y bloquean por más de ocho horas la Puebla-Atlixco Ah, y casi se nos olvida: hubo una carrera nocturna de autos en Periférico, porque cuando la ciudad está al borde del colapso, lo mejor que puedes hacer es cerrar unos carriles y correr como si fueras en Rápidos y Furiosos. No cabe duda, vecinas y vecinos, sobrevivimos a otro fin de semana “normal” en Puebla, donde la adrenalina está incluida en el precio de la vivienda y la seguridad es, más que un derecho, un milagro. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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