Señalan a trabajador del DIF Estatal como presunto asaltante de alumnas del Cobaep

¡Sorpresa, vecinas y vecinos! 

Alguien dejó la caja registradora abierta. 

Y es que resulta que cuando Pepe Chedraui entró al Ayuntamiento de Puebla, no solo encontró la silla medio caliente, también halló un hoyito financiero... de apenas 547 millones de pesos.

Nada grave, algo leve, casi como si hubieran olvidado apagar la luz antes de irse, pero en versión millonaria.

¡Ja!

Y claro, Pepe ya fue a tocar las puertas de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y del Estado (ASE), con la esperanza de que alguien más revise este numerito y le diga si se trata de un malentendido, de magia negra contable… o de plano de un saqueo con todo y moño azul.

Porque —¡oh, sorpresa!— cuando se pidió información a los funcionarios de la administración panista pasada (hola, Eduardo Rivera; hola, Adán Domínguez), la respuesta fue el más puro y elegante “visto”, acompañado de un silencio sepulcral. 

Literal: no contestaron.

Ni un “te lo checo”, ni un “estamos en eso”.

Nada.

Como si los citara la tía incómoda en Navidad.

Pepe ya mandó todos los pliegos de observación a las auditorías. 

Ahora queda esperar a ver si la ASF y la ASE encuentran delito o solo una “falla administrativa involuntaria”, de esas que se resuelven con una disculpa y una palmadita en la espalda.

Pero por si las dudas, también dejó abierta la puerta a procesos penales. Porque, aunque parezca telenovela, el dinero sí desaparece.

Y el desglose del “huequito” da para llorar con banda en vivo:  

• 333.9 millones en “compromisos de pago sin respaldo” (también conocidos como promesas al aire).

• 116.9 millones en contratos —principalmente de obra pública— que quién sabe cómo y cuándo se firmaron.

• 96.2 millones en rubros “prioritarios” que, por arte de magia, no estaban en el presupuesto, pero de todos modos se gastaron. 

Eso no es administración, eso es una función de magia estilo Las Vegas.

Así que, queridos exfuncionarios, ahora sí llegó la hora de la verdad. 

No por venganza política ni por espectáculo —diría Pepe—; sino porque la ciudad no se gobierna con Excel creativo ni con contratos voladores.

Si algo no cuadra, que cuadren las cuentas… y si no, pues ya saben dónde está la Fiscalía.

Ojalá pronto respondan. Aunque sea un emoji, un meme, o un gif, ¿o no, vecinas y vecinos?

*

Oigan, pues a esta su vecindad de más confianza, nos llegó una denuncia más sobre un trabajador del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la familia (SEDIF) de Puebla que sus actitudes y aptitudes distan mucho de lo que requiere una dependencia que brinda asistencia a la población en situación vulnerable, sobre todo mujeres y niñas.

Resulta que Juan de Jesús N, quien en días pasados fue captado mientras intentaba asaltar a una estudiante del Cobaep plantel 15 en la colonia San Antonio Abad, labora en el área de Sistemas de la dependencia estatal.

Así, como lo lee, colaboradores del SEDIF Puebla señalan que Juan de Jesús N, quien se desempeña como ingeniero con plaza en el gobierno, es la misma persona que el viernes pasado interceptó a una joven de 15 años para despojarla de sus pertenencias allá por los rumbos del cerro de Amalucan.

Por si las dudas, bien valdría la pena que reforzaran y mejoraran sus filtros de reclutamiento, ya que el caso de Juan de Jesús N como presunto delincuente, se suma el de Luis Pacheco Cervantes, el enlace de Comunicación que exige a sus colaboradoras presentarse a trabajar “bien” arregladas, maquillas y hasta con zapatillas.

¡Ah qué cosas!

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.