PAN 2.0: más blanco, más azul, y con menos votos que nunca

¡Vecinas, vecinos! 

El Partido Acción Nacional (PAN) está en crisis, pero no se preocupen:

¡Van a cambiar el logo!

Porque si algo nos ha enseñado la política mexicana es que cuando el barco se hunde, lo mejor es rediseñar la bandera, cambiarle el nombre al timón y darle una manita de gato al uniforme del capitán.

Mario Riestra Piña, dirigente estatal del PAN, anunció con bombo y platillo que su partidazo se va a renovar.

Que si el logo, que si el tono del azul, que si le quitamos la palabra “partido” para ponerle “organismo” o “institución”... porque claro, lo que más le duele al panismo no es la pérdida de identidad, de votos ni de credibilidad, sino que la marca ya no jala en redes.

XD

¿Y cómo llegaron a esa conclusión?

Con estudios cualitativos y cuantitativos —porque nada dice “somos serios” como usar palabras de marketing para justificar que no los quieren ni en el Uber.

Que si encuestas, que si focus groups, que si “los jóvenes no nos entienden”.

Pues claro, ¿cómo van a entender a un partido que se dice moderno, pero que se pelea con el siglo XXI a diario?

También quieren agilizar el proceso de afiliación. Porque hoy en día, según Riestra, es más fácil conseguir visa americana que entrar al PAN.

¡Ah caray!

¿Será porque en ambos casos te investigan hasta el grupo sanguíneo?

O, tal vez, porque ya nadie quiere formar parte de un club donde el acceso es más exclusivo que una escuela Montessori, pero las decisiones las toman como si fueran reunión familiar de domingo.

Y, por supuesto, no podía faltar la autocrítica con espejo retrovisor: “los malos resultados se deben a las alianzas”.

O sea, no es que hayan perdido rumbo, propuestas y liderazgo, ¡no!

Es que se juntaron con los feos de la cuadra.

Pero tranquilos y tranquilas, que ahora quieren “volver a sus orígenes”.

¿Cuáles?

¿Los de las rodillas sangrantes y el moralismo de los 90?

¿O los del foxismo rockstar que no sabía si hablaba con Bush o con el Espíritu Santo?

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Total, que el PAN cambiará estatutos, colores, membresía y hasta nombre.

Solo les falta cambiar de partido.

Pero no hay prisa: primero lo aprueban en mil asambleas, luego en el consejo nacional, y quizá para el 2032 ya estemos listos para una nueva versión.

PAN 2.0: más blanco, más azul, y con menos votos que nunca.

Porque ya lo dijo el sabio contemporáneo: si no puedes cambiar tu historia... por lo menos cámbiate el logo.

* 

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

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