Periodismo con causa

Gobierno de Lalo y Adán deja al Ayuntamiento de Puebla sin botana, sin cerveza y con el baño tapado

La Contraloría Municipal acaba de revelar que las dependencias con más irregularidades fueron la propia Contraloría, la Tesorería y la Industrial de Abasto

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Memorias del Crimen

¡Vecinas, vecinos!

 

La mera verdad es que ya nos lo imaginábamos, pero no deja de ser un poco poético que, al terminar su gobierno, Lalo Rivera y Adán Domínguez hayan dejado el Ayuntamiento como quien deja una fiesta en casa ajena:

Sin botana, sin cerveza y con el baño tapado.

 

¡Qué detallazo!

 

La Contraloría Municipal —sí, esa que ellos mismos alguna vez presumieron tener bajo control— acaba de revelar que las dependencias con más irregularidades fueron la propia Contraloría, la Tesorería y la Industrial de Abasto.

 

¡Vaya ironía!

 

Quienes debían cuidar la caja chica se la comieron con todo y envoltura.

Los números no mienten (aunque algunos tesoreros sí): 547 millones de pesos en faltantes, facturas volando sin justificación, pagos a fantasmas —y no precisamente a los de Día de Muertos—, y una joyita de 30 millones sin respaldo documental.

Una especie de magia contable de la que Houdini estaría orgulloso.

 

¡Ah!

 

Y como postre dejaron sin aguinaldo al personal del Rastro municipal.

 

Porque claro, si hay algo prescindible en diciembre, es la cena navideña de las y los trabajadores.

 

Pero eso sí, obras sin pagar por 200 millones y otras más a medio enterrar.

La modernización del bulevar Carmen Serdán quedó como promesa… y como bache eterno.

Pero no se preocupen, que el Partido Acción Nacional confía en que se “solventarán” las observaciones. Porque no hay nada más tranquilizador que un político diciendo “ya mero lo arreglo”.

Según ellos, todo fue mejor con el PAN y si alguien señala corrupción, pues ha de ser envidia de los números… de cuenta en paraíso fiscal, quizá.

Mientras tanto, en el presente, Pepe Chedraui tiene que hacer malabares con lo que quedó:

Un Ayuntamiento en modo supervivencia, un presupuesto parchado y una ciudadanía que ya se sabe esta historia de memoria, porque cada trienio es más de lo mismo.

 

Pero tranquilos, vecinas y vecinos, que las denuncias ya se presentaron.

 

¿Y los culpables?

Contra quien resulte responsable”.

O sea, nadie… hasta nuevo aviso.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

 

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