El flamante titular de la Dirección de Búsqueda de Personas Desaparecidas, fue arrestado el mismo día que debería estar afinando estrategias para encontrar gente
¡Vecinas, vecinos!
Nada como la justicia mexicana, ese lugar donde lo improbable no solo es posible, sino altamente probable.
Y es que miren ustedes que esta semana, Puebla nos regaló una historia que ni Kafka, ni Ibargüengoitia, ni el mismísimo Chespirito hubieran imaginado: nombran director de Búsqueda de Personas Desaparecidas... y lo encuentran detenido.
Así como lo leen.
José Raúl Pérez García, flamante titular de la Dirección de Búsqueda de Personas Desaparecidas, fue arrestado el mismo día que debería estar afinando estrategias para encontrar gente, pero no precisamente en un operativo de campo.
No.
Lo detuvieron en Puebla por un asuntillo sin importancia: abandono de funciones en la Fiscalía de Veracruz. Sí, esa minucia que para cualquiera de nosotros implicaría perder el trabajo, pero que en este país es tan solo una pausa técnica, como un mal día en la oficina. Nada que una fianza no pueda resolver.
Total, lo importante es la experiencia, ¿no?
¡Y qué experiencia, la del doctor José Raúl!
Odontólogo forense, con maestría en criminalística, ex asesor en Veracruz, ex algo en Tlaxcala, Cruz Roja y demás. Un currículum digno de LinkedIn... aunque últimamente más activo en el Registro Nacional de Detenciones.
Lo más trágico es que su detención ocurre justo cuando colectivos de familiares de personas desaparecidas exigían perfiles serios y especializados en la Comisión. Te puede interesar: Piden renuncia a director de búsqueda; él se va y pide perdón a las familias ¿Y qué les dieron?
Pues a un exfuncionario acusado de dejar colgada su chamba en Veracruz y que, según versiones extraoficiales, fue impulsado por el mismísimo secretario de Seguridad Pública, porque aquí los amigos se recomiendan, aunque sea para buscar a los desaparecidos desde una celda.
Y no olvidemos al padrino político de este episodio: Juan Enrique Rivera, actual comisionado de Búsqueda y anterior presidente municipal de Chignahuapan, sin trayectoria forense, pero con gran vocación para... ocupar cargos.
Es que vean nomás, vecinas y vecinos:
Un chiste tan bien armado que uno no sabe si reír, llorar o comenzar a buscar al próximo funcionario antes de que lo encuentre la Fiscalía.
Así estamos.
En Puebla, la búsqueda de personas desaparecidas inicia por encontrar a los que se supone que deben buscarlas.
Y si esto no es una metáfora perfecta de la administración pública mexicana, no sabemos qué lo sea.
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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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