¿Dónde quedaron esos valores familiares de los que tanto presumen en campaña? ¿Dónde está el “respeto a la dignidad humana”? ¿En qué cajón guardaron el “cero tolerancia a la violencia de género”?
¡Vecinas, vecinos!
Si ustedes pensaban que el Partido Acción Nacional (PAN) todavía era ese partido de los valores, la familia y las buenas costumbres, les tengo noticias: ni el moño azul los salva.
¿Por?
Pues resulta que dentro de sus filas se desató una telenovela de esas que ni en TV Azteca se atreven a producir, con audio filtrado, besos imaginarios y ataques cibernéticos incluidos. La protagonista es Mónica Escalante, panista de cepa, quien denunció públicamente que fue víctima de violencia de género por parte de dos compañeros de partido: el regidor de San Pedro Cholula, Alejandro Gómez, y el director de Acción Juvenil, Saulo García. ¿La razón? Impulsar al candidato Sharif Elías Pérez como jefe juvenil estatal. Porque tal parece que en el PAN no hay competencia sin un poco de misoginia de cortesía. Y no se trata de un chisme cualquiera. En el audio que circula en redes sociales, Alejandro Gómez presume que “obtuvieron firmas en Texmelucan” gracias a que “Saulo la besó”.
Sí, así como lo leyó: un supuesto beso como método infalible de recolección política.
¿Es campaña o capítulo perdido de “La Rosa de Guadalupe”?
Lo más irónico (y tristemente predecible) es que la dirigencia estatal del PAN, encabezada por Mario Riestra, ya sabía del asunto y decidió hacer lo que mejor sabe hacer: nada. Ni un tuitito, ni una llamada, ni una regañada de esas con cara de preocupación y fondo institucional. Porque, bueno, parece que el PAN solo defiende a las mujeres cuando le conviene políticamente… y si no se atraviesa una elección interna.
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¿Dónde quedaron esos valores familiares de los que tanto presumen en campaña? ¿Dónde está el “respeto a la dignidad humana”? ¿En qué cajón guardaron el “cero tolerancia a la violencia de género”?
Porque mientras afuera exigen leyes más duras y discursos solemnes sobre los derechos de la mujer, adentro siguen jugando a ver quién puede ridiculizar más a una compañera para escalar en el partido. Y si Mónica Escalante se atreve a hablar, no falta quien diga que “está exagerando”, que “todo es parte de la política”, o el clásico: “pues que aguante”. Porque para algunos, ser mujer en la política todavía significa tener que aguantar el doble: primero los ataques, y luego el silencio cómplice del propio partido. Mientras tanto, el PAN seguirá tuiteando frases con hashtags como #Respeto #Igualdad #MujerEsPoder… pero en sus reuniones internas, el respeto brilla por su ausencia y el poder es de quien más sabe usar los audios y los rumores.
Ahora solo falta que Acción Juvenil saque su nuevo eslogan: “Besa, firma y calla”. Eso sí, con los valores PAN bien puestos… pero solo para la foto. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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