Todo esto con el fin de que sus más de 800 presidentes y presidentas municipales aprendan —dicen— a gobernar sin hacer un reguero
¡Vecinas, vecinos!
Miren ustedes que Morena se puso en modo “maestra estricta de civismo” y anunció la creación de su flamante “Escuela Municipalista”. Sí, leyeron bien: una escuela.
Para alcaldes y alcaldesas. Con materias, evaluaciones, asistencia obligatoria del 80% y, quién sabe, tal vez hasta recreo con torta de huevo y juguito de manzana. Todo para que sus más de 800 presidentes y presidentas municipales aprendan —dicen— a gobernar sin hacer un reguero.
La presidenta nacional del partido cuatroteísta, Luisa María Alcalde, lo dijo con convicción: se trata de formar a “los mejores alcaldes”. Que la vara no esté muy alta es lo de menos, lo importante es que ahora tendrán clasecitas de austeridad republicana, uso correcto del presupuesto y hasta talleres de “lunes ciudadanos” para que los ediles y las alcaldesas por lo menos saluden a los vecinos una vez a la semana y no solo en campaña.
Lo que no sabemos es si habrá exámenes sorpresa: “Mencione tres funciones del Síndico” y “estar en la foto” no cuenta. O si la asistencia se toma con manita alzada desde el templete.
Pero de que suena bonito, suena bonito: ¡al fin alguien quiere que los alcaldes sepan qué están haciendo! Claro que esto también sugiere que… pues no lo sabían.
Y, por si fuera poco, Morena también va a discutir si les pone candados a los nuevos fichajes, porque últimamente se les anda llenando la casa de expriistas, experredistas, expanistas y exloquesea que quieran reciclar su carrera. Que todo sea por fortalecer la estructura y tener su comisariado morenista bien aceitadito para 2027.
¿Lo importante aquí? Que nuestros queridos ediles y alcaldesas tendrán que estudiar. Si reprueban… bueno, por lo menos sabremos que no fue por falta de escuela.
Ustedes, vecinas y vecinos, ¿a qué alcaldesas o alcaldes enviarían a la escuelita guinda? * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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