Así como lo oyen: Grace Palomares se casó y dejó el Congreso de Puebla
¡Vecinas, vecinos!
¡Miren, no es por amargarle la luna de miel a nadie, pero hay bodas que, aunque juran ser íntimas, discretas y muy “familiares”, terminan generando más reacomodos políticos que la renuncia de un secretario de Gobernación! La de Grace Palomares, por ejemplo, fue tan elegante y tan transformadora que hasta provocó un cambio de diputada.
Así como lo oyen: se casó y dejó el Congreso de Puebla.
¡Vaya que el amor mueve montañas… y curules!
Resulta que Grace Palomares decidió celebrar su enlace en un hotel boutique de Morelia, donde la noche cuesta más que un mes de salario mínimo, con champagne Moet, maquillaje de celebridad y avión privado para los invitados poblanos.
¿Y la austeridad? Bien, gracias.
Ahora, quien ocupará su lugar será Alexa Espidio, una joven promesa de la política poblana que, casualmente, es hija de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del estado, Rosa Isela Sánchez Soya. Te puede interesar: Asumirá hija de la titular de la CDH, curul en el Congreso de Puebla Pero que no se nos ocurra decir la palabra “nepotismo” porque se nos ofenden. Ella se dice preparada, joven, comprometida y, sobre todo, lista para ese relevo generacional que se hace con Moet en mano y curul de regalo.
Y aquí es donde entra en escena la diputada Delfina Pozos, quien en lugar de mandarle un tostón de bodas, soltó: “¡Esto es una vergüenza!”.
Que porque, según ella, eso de heredar cargos entre amigas, parientes y compadres no va con los principios de la Cuarta Transformación.
¿Perdón?
¿La Cuarta qué?
Porque una cosa es que haya discursos de regeneración nacional, y otra que no se sepa hacer una fiesta bonita entre aliados. Pero Alexa Espidio no se achicó. Con micrófono en mano dijo que no está ahí por su mamá, sino porque ella sí representa el futuro. Y bueno, si el futuro incluye sueldos de 60 mil pesos más “apoyos legislativos” de hasta 140 mil al mes, ¡cuenten con esta vecindad para ese porvenir!
La cosa es que esta boda, más que un evento social, se convirtió en la mejor metáfora del momento político que vivimos: Una fiesta para pocos, vuelos privados para la base, y una suplencia legislativa que más parece rifa de pastel.
Mientras tanto, Delfina Pozos dice pelear por la dignidad institucional, y Alexa por su curul (aunque sea en sesión extraordinaria y en plenas vacaciones). Así que, si usted pensaba que el Congreso de Puebla se detenía en verano, piénselo dos veces. Porque basta un “sí, acepto” para que los escaños cambien de dueño… y las botellas de Moet cambien de mesa. * Cuentan que en Tehuacán causó mucho ruido el arranque de campaña por la presidencia del Comité Municipal del PAN de María del Carmen Culebro. Para quienes no la conocen, Maricarmen fue candidata a diputada local por el PRI -en alianza con en el PAN- en el pasado proceso electoral y una de sus fortalezas son sus relaciones sociales y empresariales. Dicen los vecinos chismosos, que Maricarmen no solo quiere el Comité, sino que su tirada es ser alcaldesa y, con ello, romper con las imposiciones en el panismo tehuacanero. Es más, en entrevistas ha dejado abierta la posibilidad de construir fuera del PAN si es que la dirigencia estatal no abre el proceso. Lo dicho siempre que chismeamos de ese club de Toby llamado Partido Acción Nacional: ya es hora que dejen pasar a las mujeres. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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