Martes 12 de Agosto de 2025

¡Ah, vecinas y vecinos!

 

El Instituto Tecnológico Superior de Tepeaca… ese paraíso académico donde uno va a estudiar ingeniería, pero termina aprendiendo técnicas avanzadas de interrogatorio y manejo de crisis con celulares confiscados. 

Todo cortesía de la directora estrella, Carolina Ramírez Olivares, quien al parecer tomó un curso intensivo de “Cómo dirigir una escuela como si fuera una comandancia” y lo pasó con mención honorífica.

 

Miren ustedes, esto que le vamos a contar parece sacado de un manual de Guantánamo:

Unos estudiantes piden cuentas con la remota posibilidad de organizar un paro pacífico el 8 de marzo.

 

Sí, pacífico, no tipo barricada revolucionaria, para pedir cuentas sobre su clásico Congreso Multidisciplinario 2025 que, según ellos, costó como uno de primer mundo, pero se sintió como kermés de primaria con tres mesas y un proyector viejo.

 

Y es que en esta kermés hasta pan duro les dieron.

 

¡Claro! 

 

Como cualquier autoridad seria, la directora decidió que la mejor respuesta era investigar a los revoltosos.

Porque, ¿quién necesita transparencia cuando puedes tener espionaje de WhatsApp?

 

El operativo fue digno de película: policías armados paseándose por los pasillos, teléfonos requisados antes de entrar a su oficina (como si fueran a filtrar los planos del Pentágono) y una investigación tan detallada que incluyó alias, números telefónicos y hasta los stickers que mandaron en el grupo.

¡Sí! Stickers.

El crimen perfecto.

 

Algunos alumnos cuentan que fueron llamados a la oficina de la directora, ese centro de mando que, por la actitud de las autoridades, es casi casi como sala del Trono de Hierro.

La directora del Instituto Tecnológico Superior de Tepeaca recibió a los “revoltosos” con una dosis de ironía y un recital de su propia vida académica, hasta de los memes que se envían entre cuates. 

Todo con la encantadora compañía de la subdirectora Elvira Elizabeth Cortés Aguirre, que no se quedó atrás en el festival de gritos y preguntas con tono de “confiesa, o aquí mismo te damos de baja”.

La joya de la tarde llegó cuando la directora, con ese carisma que solo da la soberbia, les soltó que su “participación activa” en el paro era suficiente para expulsarlos, porque —y aquí viene la perla— había desprestigiado a la institución… y a su persona. 

 

Sí, porque en Tepeaca, al parecer, cuestionar un gasto escolar es un atentado personal contra la figura de Carolina Ramírez.

Mientras tanto, las y los estudiantes siguen sin entender por qué un congreso mediocre costó lo que costó, pero entendieron perfecto que en su escuela hay una directora que confunde liderazgo con intimidación, y diálogo con amenaza.

 

Así que ya se la saben, vecinas y vecinos: si estudian, o quieren estudiar en el Instituto Tecnológico Superior de Tepeaca, recuerden tres cosas:

Uno: no hagan preguntas incómodas.

Dos: no manden stickers subversivos.

Y tres: siempre, siempre, entren sin celular… no vaya a ser que la maestra Carolina descubra que se rieron de un memevacilador.

 

¿Sabrá la honorable maestra Carolina que decomisar los celulares se puede calificar de robo?

 

¿Sabrá qué pedirles huellas dactilares es poner en riesgo su información personal?

 

¿Sabrá que pedirles que firmen hojas en blanco es violencia y un delito? 

 

¿Qué no se supone que las escuelas son centros donde fomentan el pensamiento crítico y no la obediencia?

 

¿Sabrá que está metida en un problemón?

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org