Martes 19 de Agosto de 2025

¡Vecinas, vecinos!

 

Miren ustedes que en la política poblana tenemos un nuevo deporte olímpico: ver a Nacho Mier Velazco saltando obstáculos legales mientras repite, con la convicción de un adolescente que niega a su ex, que él y Alejandro Armenta Mier “apenas si son primos”.

Y es que el gobernador ya fue claro: ningún Armenta ni ningún Mier podrá contender en 2027 ni en 2030.

 

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La Ley Antinepotismo lo prohíbe. Pero Nacho Mier insiste en que eso no aplica para él.

¿La razón?

Su parentesco con Alejandro Armenta es “lejano, lejano, lejano…” tan lejano que ya no cabe en el árbol genealógico, sino en una enciclopedia.

O, al menos, eso dice.

 

En un video muy sentido, Mier explicó que en realidad son primos “de octavo o décimo grado”.

Para fines prácticos, eso significa que entre ellos hay más distancia que entre Puebla y Marte o entre el Puebla de La Franja y prácticamente cualquier equipo de la Liga MX

El problema es que Nacho Mier no suelta la obsesión de querer gobernar Puebla en 2030. 

Da igual que la ley lo frene, que Monreal le diga que no, o que hasta su hijo salga a repetir el mismo discurso de “somos parientes lejanos, no aplica”.

 

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Lo curioso es que, entre tanta negación, Nacho ha terminado haciendo lo que hacen todos los políticos cuando tropiezan con una ley incómoda: reinterpretarla hasta el absurdo.

 

No somos parientes, pero sí hay cariño.

No hay consanguinidad, pero sí afinidad.

No aplica el nepotismo, pero sí quiero la silla.

 

Así que, mientras Armenta pide disculpas a la parentela por dejarlos fuera de la jugada, Nacho Mier sigue en campaña para convencernos de que ser primo ya no es ser primo, sino una condición opcional.

Lo único cierto es que, de tanto negarlo, al final va a lograr que recordemos más su parentesco con Alejandro Armenta que cualquier propuesta que tenga para Puebla.

Nacho Mier debería aceptar la realidad: no necesita cambiarse el apellido, sino cambiar de obsesión… al menos por un tiempo.

 

¿No creen?

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org