Viernes 05 de Septiembre de 2025 |
¡Épale, vecinas y vecinos!
Miren ustedes que Néstor Camarillo es como esos productos milagro que encuentras en el tianguis: hoy promete adelgazar, mañana rejuvenecer y pasado mañana curar el reflujo. Y es que el expriista que juraba amor eterno al tricolor ahora presume nueva camiseta naranja en el Senado. Porque, claro, si no hay futuro en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues siempre habrá un Movimiento Ciudadano (MC) dispuesto a reciclar talentos.
La dirigente local de MC, Fedrha Suriano, salió sonriente a decir que “hay que aprovechar lo positivo”. Traducción: en el menú del partido naranja ya tenemos un senador de la República y, como en todo buffet, da igual si el platillo viene recalentado. Lo importante es que llena el plato.
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Néstor Camarillo asegura que no se va por la gubernatura (ajá), que no es porque le cerraron la puerta en el PRI (ajá, ajá), y que simplemente “cambió de ideales”. Fedrha Suriano, por su parte, aclara que ella sigue mandando en Puebla y que Néstor Camarillo solo estará de “refuerzo” legislativo.
Pero, siendo honestos, Néstor Camarillo no es de los que se conforman con ser banca: si se vistió de naranja, no fue para aplaudir desde la tribuna. Tiempo al tiempo, vecinas y vecinos, ya lo veremos buscando acomodo para algo más jugoso. El PRI se quedó sin dirigente, sin rumbo y sin Néstor Camarillo. Y Movimiento Ciudadano, que tanto presume de “nueva política”, se queda con un expriista reciclado. Una transacción perfecta: los naranjas ganan visibilidad, el PRI se hunde otro poco y Néstor Camarillo demuestra que en la política poblana los colores son como calzoncillos: se cambian según convenga, pero siempre se repiten. Al final, MC grita que suma experiencia, mientras el PRI llora su crisis existencial. Y Néstor Camarillo, tan campante, estrena camiseta y curules como quien estrena guardarropa de temporada.
Total, si algo ha probado la política poblana, es que las ideologías son desechables y el oportunismo, eterno. * Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org
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