Martes 30 de Septiembre de 2025 |
¡Vecinas, vecinos!
Pues ahí lo tienen otra vez, mis queridas vecinas y vecinos.
Nada más y nada menos que Jesús Zaldívar Benavides, el exdirigente municipal del PAN en Puebla, anda demostrando que en este país no necesitas poderes mágicos ni capa de superhéroe… con un buen amparo basta para volverte intocable.
Miren ustedes que el 24 de septiembre un juez de Control decidió que el panista podía dormir tranquilo, aunque lo acusen de haberse embolsado (perdón, “desviado”) 35 milloncitos que eran para mantener escuelas, comprar computadoras y uniformes. El amparo le dura hasta el 15 de octubre, o sea, tiene fecha de caducidad como yogur de supermercado. Después de ese día, si las autoridades se ponen creativas, pueden sacar otra orden y volver a la cacería.
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Pero mientras, Jesús Zaldívar puede seguir afinando su estrategia: esconderse, rezar, o apuntarse para ser consejero nacional y estatal del PAN (porque aquí nadie se queda sin chamba, aunque lo anden persiguiendo). Lo curioso es que el hombre desapareció del ojo público desde 2024, pero su nombre sigue apareciendo en listas de aspirantes, como esas vecinas y vecinos que ya ni viven en la cuadra pero siguen apuntados en la tanda.
Eso sí, lo que no desaparece es el expediente: abusos de autoridad, desvío de recursos, obras fantasmas y uniformes de risa.
Pero claro, en la política poblana el verdadero uniforme es el amparo, ese sí nunca falla y siempre queda a la medida.
No cabe duda que el caso de Zaldívar es una joya de la casa: otro político que, con cinismo de colección, logra esquivar a la justicia y hasta se perfila para seguir en el juego. Y nosotros, quienes habitamos esta vecindad llamada Puebla, que ni un recibo de luz podemos retrasar sin que nos caiga la CFE. * Vecinas, vecinos, nos leemos el mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular. |