La fiscal Idamis Pastor barre la casa como si se preparara para la visita del mismísimo auditor celestial

¡Quién lo diría, vecinas y vecinos!  

Y es que la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) amaneció en plena temporada de limpieza. Y no, no hablamos de limpiar expedientes, sino de una limpia de verdad, con escoba, trapo y hasta incienso institucional.

¿Por?

Pues Idamis Pastor Betancourt, la fiscal general, anda barriendo la casa como si se preparara para la visita del mismísimo auditor celestial.

Ya van ocho funcionarios que se van por la puerta grande (bueno, más bien empujados por ella). Entre los últimos en caer están los fiscales de Extorsión y Secuestro, Investigación Metropolitana, Investigación Regional, Anticorrupción y Delitos de Alta Incidencia.

A este paso, lo único que va a quedar en pie es el letrero de: “Silencio, se investiga”.

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¿Quiénes son las personas que han sido despedidas de la FGE Puebla?

Los primeros en salir del juego fueron Luis Antonio León Delgadillo, Miguel Ángel Islas y Jorge Malváez Rodríguez, una trinidad mexiquense que llegó a Puebla con currículums brillantes y salpicados de política, litigios y —cómo no— presuntos cobros indebidos.

Digamos que el sueño mexiquense no terminó bien: de ser aspirantes a fiscal y cruzados anticorrupción, pasaron a ser parte del capítulo “depuración urgente”.

• A Luis Antonio León Delgadillo lo recordamos por haber sido candidato en Ecatepec con Movimiento Ciudadano, un político de esos que prometen acabar con la corrupción y terminan aprendiendo de ella. En Puebla dirigía la Fiscalía de Alta Incidencia, pero las denuncias por manipular expedientes lo dejaron sin quincena ni credencial.

• Miguel Ángel Islas, por su parte, llegó como litigante estrella del corredor mexiquense y terminó acusado de jugar al “arreglo exprés” con investigaciones financieras.

• Y Jorge Malváez Rodríguez, aquel que soñaba con encabezar la Fiscalía del Edomex, se fue sin el cargo, sin despacho y con más preguntas que respuestas.

La fiscal Idamis Pastor asegura que la limpia seguirá, y uno no puede evitar imaginarla con su trapeador de la justicia, dando órdenes como en una novela de crimen y redención: “¡Fuera la mugre!”.

¡Y vaya que la FGE necesitaba una buena sacudida!

Entre expedientes que se acomodaban por encargo, investigaciones que aparecían por arte de magia y denuncias guardadas “en revisión”, ya era hora de ventilar el cuarto.

Eso sí, hay que reconocerle algo a Idamis Pastor, y es que se está tomando en serio la higiene institucional, aunque eso signifique quedarse sin medio equipo.

Lo importante será ver si esta depuración no termina siendo solo un cambio de nombres para mantener las mismas mañas. Porque ya conocemos esa historia, vecinas y vecinos, y es que el sistema cambia de uniforme, pero sigue jugando el mismo partido.

Por lo pronto, en la Fiscalía General del Estado huele a cloro, pero también a incertidumbre.

La pregunta es si la escoba de Idamis Pastor alcanzará para barrer de verdad la casa… o si solo moverá el polvo de un rincón a otro.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.

Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org