POLVO AL SOL

Israel TORRES HERNÁNDEZ  Born to make you happy Cuando Britney, mi Britney viene a México, pienso en lo más importante que pudo haber sido. Aunque mantiene la tiara de la Princesa del pop, por más intentos golpistas de Katy Perry, Lady Gaga, Cristina Aguilera o Justin Bieber, en tanto los éxitos musicales, millones de dólares y sould outs aumentan, no ha alcanzado el nivel que diferencia a las estrellas de los iconos. Si bien ha tenido momentos destacados (su estandarte musical -Oops, i did it again- y su mejor video –Overprotected-) le falta ese detalle que caracterice su legado, algo más que su belleza. Cuando estaba consolidándose, ha caído por los escándalos personales, la irrelevante película Crossroads, los poco originales slogans como el de femme fatale, la intervención de Madonna para mantenerse en el liderato del pop femenil o los directores de videos que sólo saben nutrir la historia en cuestión con escenas lésbicas, orgías y semidesnudos. A continuación mi hit parade spearsoniano. 1. Gimme more. Más talento y menos play back. 2. Crazy. La calva más sexy por encima de Demi Moore. 3. Toxic. Su amistad con Paris Hilton y Lindsay Lohan, mezcla de perfume, wanna be y crack. 4. Everytime. Que su nombre no pasa desapercibido, para bien o mal, dentro y fuera de los escenarios. 5. Piece of me. La vista por aquella inolvidable portada de Rolling Stone. 6. Circus. De los medios de comunicación al perseguirla hasta conseguir la nota del día, mes o año. 8. If U seek me. Para los paparazzi, los devoradores de estrellas. 9. I am a slave for you. Los fans, que la hemos defendido, incluso cuando ya no era virgen. 10. Stronger. Para entender que no canta, a quién le importa. 11. Baby, one more time. Ojalá regresé pronto, antes del próximo sexenio, cuando Marcelo Ebrard sea presidente. En conclusión: desde hace tiempo Britney ha superado a cantantes y actrices, no a ella. Su siguiente nivel es el de la artista en el sentido extenso de la palabra. Implica hallar su rumbo, distintivo visual o auditivo -foto, canción o video- sin caer en estereotipos o imitaciones (como la de Marilyn Monroe); que marque distancia entre los que encumbrados y los inmortales. Eso sin contar en la vitalidad de regresar al cine, aumentar su presencia en las redes sociales y más giras fuera de Estados Unidos y Europa. Suponer que me conformaré con la princesa, y no con mi reina, sería echarle polvo al sol.
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