Celuloide

Una vida mejor  Israel LEÓN O’FARRILL Triste, sumamente triste… pero excepcional es la película de Una vida mejor (A better life, 2011) del director Chris Weitz que se apunta un tanto en una carrera bastante irregular pues tiene en su haber auténticos churros como la segunda entrega de la saga de Crepúsculo, Luna nueva, y American pie, lo mismo que la inteligente comedia Un gran chico (About a boy) y la poco convincente La brújula dorada pues no alcanzó a levantar lo suficiente. Sin grandes pretensiones y con un guión muy bien escrito de la mano de Eric Eason, Weitz nos brinda un franco y crudo panorama de los migrantes mexicanos en California, sin cursiladas baratas –véase Spanglish- y sin acudir a dudosos sentimentalismos patrios; al contrario, traza en la relación de Carlos Galindo (Demián Bichir) y su hijo Luis (José Julián) un interesante conflicto de identidad lo mismo que un profundo sentido de la honestidad y lo correcto. Es indudable que el trabajo actoral de ambos contribuye grandemente para que la cinta tenga solidez y credibilidad; de hecho, calificaría la actuación de Bichir como una de las mejores que haya interpretado. La película fluye de manera natural y nos produce una mezcla de empatía con incomodidad cuando constatamos la triste realidad que viven miles de personas en esa aventura que implica el periplo al “otro lado” para buscar una suerte que en este país de porquería no encuentran. Es de destacar el tino de la trama que brinda los espacios para que los personajes hablen español o inglés dependiendo de con quién convivan –es frecuente que en este tipo de películas, todos hablen inglés- lo que obliga a que haya subtítulos para que el público gabacho entienda -cosa que el gringo promedio detesta- pero que le da mayor realismo al filme. Por tanto, vemos que el interés del director no está específicamente en la taquilla, sino que pretende agradar a la crítica e inclusive optar por algún premio internacional. Se trata de una excelente propuesta que jala nuestra atención sobre problemáticas reales, especialmente para este fin de año donde gracias a pavos y regalos, caemos en un mundo de fantasía que se torna bastante gris ya para la cuesta de enero… En verdad, una propuesta imperdible. Comentarios y consultas: http://israelleon.wordpress.com/
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