Celuloide

El árbol de la vida (Tree of life)  ISRAEL LEÓN O’FARRILL  La cartelera está floja estos días y mientras esperamos ciertos estrenos fundamentales –viene Tin Tin, realizada por Peter Jackson y la sugerente Coco e Igor, de Jan Kounen-, recomiendo que se aproveche el tiempo en ver algo que merezca la pena… Terrence Malick, director norteamericano emblemático y fuera de lo común nos ha entregado cintas tan interesantes como La delgada línea roja (1998) y El nuevo mundo (2005), caracterizadas por su fuerza narrativa, casi poética, y su siempre espectacular fotografía. Hace unas semanas hablaba en otro espacio de su más reciente entrega, El árbol de la vida (2011) pues resultaba genial para ejemplificar lo poco que disfruta el público en general verse reflejado en pantalla. En efecto, la trama que exhibe las dificultades terribles de ser persona en este mundo, a la par de ser padre, madre o hijo/a, nos pega directamente en el sentimiento y remueve frustraciones y dolores que están clavados en donde guardamos todas las porquerías que vamos acumulando día con día. Bien, justo ahí es donde radica la genialidad de Malick, el que puede hacer que exista empatía o rechazo hacia los personajes. Sumado a ello, Brad Pitt es excelente en su papel y el casting infantil, especialmente Hunter McCracken, son una delicia. La redondez de la película se complementa con el trabajo de uno de los mejores fotógrafos mexicanos, Emmanuel Lubezki, bien conocido por ser la dupla de Alfonso Cuarón, Alfonso Arau, los Hermanos Cohen, Tim Burton y el mismo Malick en El nuevo mundo. Vale comentar que se trata de una película de narración pausada y de descanso visual en la cinematografía, por lo que el público acostumbrado a escenas vertiginosas y tramas predigeridas puede sentirse un tanto inquieto e impaciente; por el contrario, resulta ideal para aquellos que disfruten tomarse el tiempo para saborear cada momento de una propuesta cinematográfica. Como colofón a esta entrega, he de decir que apenas caí en la cuenta de que Una mejor vida (A better life, 2009), película que reseñé la semana pasada y que, lamentablemente ya desapareció de cartelera, es un interesante homenaje a Ladrón de bicicletas (1948), clásica del llamado neorrealismo italiano realizada por uno de sus mejores exponentes, Vittorio de Sica… Habrá que esperar su edición en video. Comentarios y consultas: http://israelleon.wordpress.com/
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