Juan Rulfo y el realismo mágico

** Hace 26 años murió uno de los escritores más destacados en la lengua española del siglo XX  Redacción Juan Rulfo, uno de los escritores de mayor prestigio del siglo XX, pese a ser poco prolífico, ha sido considerado uno de los más destacados escritores en la lengua española de este periodo, junto a Jorge Luis Borges, por una encuesta realizada por la editorial Alfaguara. La reputación de Rulfo se asienta en dos pequeños libros: El llano en llamas, compuesto de 17 pequeños relatos y publicado en 1953, y la novela Pedro Páramo, publicada en 1955. Vida Juan Rulfo, cuyo nombre real era Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno, fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52. Nació en Sayula, Jalisco, el 16 de mayo de 1917. Creció en el pequeño pueblo de San Gabriel, villa rural dominada por la superstición y el culto a los muertos, y sufrió allí las duras consecuencias de las luchas cristeras en su familia más cercana (su padre fue asesinado). Esos primeros años de su vida habrían de conformar en parte el universo desolado que Juan Rulfo recreó en su breve pero brillante obra. En 1934 se trasladó a Ciudad de México, donde trabajó como agente de inmigración en la Secretaría de la Gobernación. A partir de 1938 empezó a viajar por algunas regiones del país en comisiones de servicio y publicó sus cuentos más relevantes en revistas literarias. Estilo Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento literario denominado realismo mágico, y en sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía, cuya acción se desarrolla en escenarios americanos, y sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar, con sus grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico. En los 17 cuentos que integran El llano en llamas (1953), Juan Rulfo ofreció una primera sublimación literaria, a través de una prosa sucinta y expresiva, de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que trascendían la pura anécdota social. En su obra más conocida, Pedro Páramo (1955), Rulfo dio una forma más perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real, y obtuvo la que se considera una de las mejores obras de la literatura iberoamericana contemporánea.
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