POLVO AL SOL
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Israel Torres Hernández Reyes Magos 
Esta es una carta para el 6 de enero de mediados de los ochenta que guardaba en mis archivos. “Queridos reyes magos: el año pasado, me he portado muy bien, bastante diría yo, pero ya deben saberlo ustedes porque mis papás, mis tíos y los vecinos, dicen que se dan cuenta de todo lo que hacen los niños, los buenos y los malos”. “En la escuela, me he sacado buenas calificaciones en la mayoría de materias, no he bajado de 8, como el otro año en que me fue mal por el cambio de escuela y por que mis papás de dejaron”. “Ahora que vivo con mi mamá, ella se ha dedicado a revisarme las tareas e ir a las juntas, y mi abuelita me da de comer cuando mi mamá se va a trabajar, y mi abuelito me enseña a leer cosas que no veo en la escuela, para ser mejor, dice”. “Un libro que me puso a leer es el Quijote pero está bien cansado, medio aburrido. Pero le hago caso porque si lo acompaño cuando se duerme puedo ver unas revistitas que se llaman del sensacional de mercados y de los maistros y las chalanas que están bien padres y que lo hacen reírse mucho, por todo el relajo que echan”. “Las materias que más trabajo me han costado han sido historia, taller de lectura y química. Pero ya me han puesto en clases de regularización con un vecino que es muy amigo de mi mamá y que luego me compra cosas, es bien buena gente”. “También he hecho bien las cosas de la casa. He ido por todo los mandados que me dicen mis abuelitos y mi mamá. Desde ir los domingos por el atole y los tamales para mi abuelita, por las caguamas para mi mamá y los cigarros para mi abuelito. Pero como el buen Fernando el de la tienda, es mi cuate no hay problema, por que si no si enojan feo”. “Bueno, hasta les cuento que ya tengo novia aunque dice mi mamá que aun no es tiempo. Es la que ustedes ya saben. Me gusta mucho, me hace reír con sus cosas, y con lo que dice de los maestros y la directora. Es muy grosera y bonita. Está bien loca”. “Queridos reyes magos esto es lo que quiero son pocas cosas, con eso de la crisis: 1. Un walkman con radio y cassettera. 2. Mi castillo de Greiskol, un He man y un Eskeletor. 3. Un cassette de un grupo que se llama Caifanes, dicen mis amigos que tocan rock pero sólo me gusta la que se llama La Negra Tomasa, un cumbia muy buena que pasan seguido en la radio, bueno, hasta en las tropicales. 4. Una bandera del Puebla ahora que salió de superlíder del torneo. Ojalá que después salga campeón para que ya no se burlen de mí los que le van al América, los pumas y las chivas. De antemano, gracias”. Finalmente: lo material es consecuencia, no esencia de la vida. Si bien la tradición de los Reyes Magos es una fecha en el calendario, que marca el comienzo de la actividad comercial de cada año, también es ilusión. Por más que haya crisis, problemas y circunstancias la vitalidad del 6 de enero sigue, mientras alguien espere un regalo. Considerar que Melchor, Gaspar y Baltazar sólo traen juguetes, y no un momento de alegría tras el fin de los ciclos del año pasado, sería echarle polvo al sol.
Esta es una carta para el 6 de enero de mediados de los ochenta que guardaba en mis archivos. “Queridos reyes magos: el año pasado, me he portado muy bien, bastante diría yo, pero ya deben saberlo ustedes porque mis papás, mis tíos y los vecinos, dicen que se dan cuenta de todo lo que hacen los niños, los buenos y los malos”. “En la escuela, me he sacado buenas calificaciones en la mayoría de materias, no he bajado de 8, como el otro año en que me fue mal por el cambio de escuela y por que mis papás de dejaron”. “Ahora que vivo con mi mamá, ella se ha dedicado a revisarme las tareas e ir a las juntas, y mi abuelita me da de comer cuando mi mamá se va a trabajar, y mi abuelito me enseña a leer cosas que no veo en la escuela, para ser mejor, dice”. “Un libro que me puso a leer es el Quijote pero está bien cansado, medio aburrido. Pero le hago caso porque si lo acompaño cuando se duerme puedo ver unas revistitas que se llaman del sensacional de mercados y de los maistros y las chalanas que están bien padres y que lo hacen reírse mucho, por todo el relajo que echan”. “Las materias que más trabajo me han costado han sido historia, taller de lectura y química. Pero ya me han puesto en clases de regularización con un vecino que es muy amigo de mi mamá y que luego me compra cosas, es bien buena gente”. “También he hecho bien las cosas de la casa. He ido por todo los mandados que me dicen mis abuelitos y mi mamá. Desde ir los domingos por el atole y los tamales para mi abuelita, por las caguamas para mi mamá y los cigarros para mi abuelito. Pero como el buen Fernando el de la tienda, es mi cuate no hay problema, por que si no si enojan feo”. “Bueno, hasta les cuento que ya tengo novia aunque dice mi mamá que aun no es tiempo. Es la que ustedes ya saben. Me gusta mucho, me hace reír con sus cosas, y con lo que dice de los maestros y la directora. Es muy grosera y bonita. Está bien loca”. “Queridos reyes magos esto es lo que quiero son pocas cosas, con eso de la crisis: 1. Un walkman con radio y cassettera. 2. Mi castillo de Greiskol, un He man y un Eskeletor. 3. Un cassette de un grupo que se llama Caifanes, dicen mis amigos que tocan rock pero sólo me gusta la que se llama La Negra Tomasa, un cumbia muy buena que pasan seguido en la radio, bueno, hasta en las tropicales. 4. Una bandera del Puebla ahora que salió de superlíder del torneo. Ojalá que después salga campeón para que ya no se burlen de mí los que le van al América, los pumas y las chivas. De antemano, gracias”. Finalmente: lo material es consecuencia, no esencia de la vida. Si bien la tradición de los Reyes Magos es una fecha en el calendario, que marca el comienzo de la actividad comercial de cada año, también es ilusión. Por más que haya crisis, problemas y circunstancias la vitalidad del 6 de enero sigue, mientras alguien espere un regalo. Considerar que Melchor, Gaspar y Baltazar sólo traen juguetes, y no un momento de alegría tras el fin de los ciclos del año pasado, sería echarle polvo al sol. 
