Guillermo Arriaga habla de religión

** El cineasta mexicano imparte un seminario en Londres donde trata de convencer a sus alumnos de que deben atreverse a cualquier cosa Agencias LONDRES, INGLATERRA.- El cineasta mexicano Guillermo Arriaga, un ateo que está inmerso en el proyecto colectivo Hablar con dioses, se ha sentido "siempre ofendido por los creyentes de cualquier religión", dijo ayer en una entrevista. "En algunas partes del mundo si dices que eres ateo te asesinan. Me preocupan las religiones porque habitualmente son una excusa para el ostracismo, la negación y la intolerancia, en lugar de ser el paso para descubrir lo mejor del ser humano", indicó Arriaga. El director, guionista y escritor mexicano imparte esta semana en Londres un seminario sobre guión cinematográfico, lo que ha aplazado temporalmente el rodaje de su contribución al citado filme en el que colaboran directores como el serbio Emir Kusturika, el iraní Bahman Ghobadi y el japonés Hideo Nakata. La película es la primera parte de una idea más amplia, que el cineasta ha bautizado como El pulso del mundo, una tetralogía que se ocupará de los cuatro temas de los que Arriaga "no podía hablar en la mesa cuando era niño": la religión, el sexo, la política y los vicios. Cada una de esas sucesiones de cortos producidas por el mexicano estará alejada de la estructura tradicional de las películas con planteamiento, nudo y desenlace, un resultado familiar para el guionista. Esa aparente falta de organización es una de las lecciones que Arriaga transmitirá este fin de semana a sus alumnos en la universidad privada Regent's College: "Cuando alguien cuenta una historia de manera natural utiliza estructuras muy sofisticadas, aunque no sea consciente de ello", señaló el escritor. "Quiero llevar al cine la libertad formal que ya existe, por ejemplo, en la pintura Picasso pone un ojo aquí, una nariz allá, y el resultado es una mujer. Sencillamente, es una forma de narrativa distinta", describió Arriaga. El cineasta, que proviene de una familia en la que sus padres y sus hermanos han sido profesores, afirmó que "la educación es la única forma en la que podemos transformar el mundo", y se mostró complacido con la idea de prestar nuevas herramientas narrativas a guionistas profesionales y a escritores nóveles. "Yo no puedo enseñarle a nadie a escribir. No puedo dotarles del mundo interior que se requiere para contar una historia, pero sí puedo mostrarles cómo sacar adelante ese mundo interior", señaló Arriaga. El director de The burning plain (Lejos de la tierra quemada) subrayó que su intención es transmitir a sus alumnos su propio "optimismo compulsivo", convencerles de que deben "atreverse a cualquier cosa".
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