VARIELALIA

Miguel Campos Ramos  Y usted ¿cuántos libros lleva leídos en 2012?  De acuerdo con los parámetros de la UNESCO, para esta fecha debería de haber leído ya 5 libros, o casi cinco, pues queda un día para concluir la primera quincena de marzo. Claro, siempre que usted quiera considerarse una persona culta, de acuerdo con el referente de la citada UNESCO, que considera culta a una persona que lee al año 25 libros, o una nación cuyo promedio de lectura al año por persona es precisamente de 25 libros. Si usted sólo ha leído 2 libros en lo que va del año, preocúpese. Y si sólo ha leído 1, preocúpese más. Pero si aún no lee ninguno, bueno, ya no se preocupe, y mejor ocúpese. Yo lo hice, y en este momento estoy concluyendo el quinto libro, nada menos que El rey Lear, de William Shakespeare. Dicho sea de paso, leí hace unos días Othello y antes de Othello, Hamlet. Me he propuesto leer por fin todas las grandes tragedias del genio inglés (hace un año leí Romeo y Julieta), y proseguir con sus comedias, para por fin poder presumir de que conozco la obra fundamental del “cisne de Avón”, como se le conoce por el lugar de su nacimiento, Stratford-upon-Avon. A propósito de Shakespeare, en las lecturas que he hecho de Hamlet y Romeo y Julieta he descubierto (o redescubierto) dos frases maravillosas. Una, en Hamlet, pronunciada por Marcelo: “Algo está podrido en el Estado de Dinamarca”, que a veces es citada como “Algo está podrido en Dinamarca”, y que es multicitada por políticos ignorantes que seguramente no han siquiera abierto este libro. Por cierto, esta frase le tiene extremada vigencia en nuestro país, sobre todo en estos tiempos convulsos. La otra, de Romeo y Julieta, es dicha por el enamorado Romeo al separarse de Julieta: “El amor se acerca al amor como los colegiales se alejan de sus libros; pero el amor se aparta del amor como ellos van al colegio: con cara triste”. Curioso, ¿no?, que ya desde entonces se consideraba que a los niños no les gustaba leer, por eso se alejaban de los libros con alegría, como el amor se acerca al amor. Y por lo visto tampoco les agradaba ir al colegio, al cual iban con caras tristes, como el amor se aparta del amor. Vaya genialidad y chispa de Shakespeare, ¿no es cierto? Pero volviendo a nuestro tema de los libros que a estas alturas debemos ya haber leído, reconsideremos nuestra situación personal y hagamos una buena agenda de lectura, apartando de diez a veinte minutos diarios reales y disciplinados, para leer, y veremos que es posible conseguirlo. Sé que es difícil, como lo apuntaba Shakespeare, porque leer es una de las actividades más difíciles, si no es que la más difícil de las artes, como bien lo apuntó el escritor francés Charles Pinot Duclós. Y sin embargo, es una actividad necesaria, si queremos salir adelante como personas y como país. No hay opción, porque las hadas madrinas no existen. Ni siquiera las becas a granel que oportunistamente está repartiendo el “gobierno del presidente de la república” resolverán este déficit. [email protected] www.edicionesmagno.com blog:elpanoptico.bligoo.com.mx twitter:@miguelcamposram
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