VARIELALIA

Miguel Campos Ramos  Pobre educación  Cuando se creía que los tiempos políticos en que se designaba para un cargo a funcionarios que poco o nada tienen que ver con el mismo, el presidente de la república, Felipe Calderón, los revive (en franca contradicción a sus postulados de criticar las costumbres priistas) al nombrar a José Ángel Córdova Villalobos como nuevo titular de educación pública federal. Aunque qué se puede esperar si el propio presidente, no obstante ser abogado ocupó carteras que se suponen requieren especialistas, como es el caso de BANOBRAS y la Secretaría de Energía. Se ha comentado que Córdova Villalobos recibe simplemente un premio de consolación por no haber sido candidato al gobierno de Guanajuato, y además sólo llega para “bajar la cortina”. O sea: ya nada trascendente se espera de él en los difíciles y últimos ocho meses que le quedan al actual gobierno panista. Pero el problema de la SEP va más allá, pues desde los tiempos de Vicente Fox se esperaba que se hicieran cargo de dicha dependencia figuras destacadas de la educación, y todos recordamos el pobre papel que hizo Reyes Tamez. Luego, ya en el sexenio calderonista, entró Josefina Vázquez Mota, hoy abanderada panista a la presidencia, quien tampoco hizo un papel decoroso y menos trascendente. De hecho, la profesora Elba Esther Gordillo era quien manejaba verdaderamente dicha dependencia, y quien firmaba era Vázquez Mota. Peor aún: con su carrera como economista, tampoco tenía ni tiene méritos reales para ocupar el sitio que alguna vez ocuparon Jaime Torres Bodet (dos veces secretario de educación) o Agustín Yáñez, cuyas trayectorias vinculadas a la educación simplemente opacan a cualquiera, sobre todo del segundo, quien de hecho toda su vida tuvo que ver con la tarea educativa. Ni qué decir de Alonso Lujambio, más ligado a cuestiones electorales merced a sus estudios de ciencias sociales y ciencias políticas. Claro, antes de estos dos sexenios panistas, los priistas tampoco se caracterizaron por un especial interés por el tema. Baste recordar que Ernesto Zedillo, economista, fue titular de la SEP. Pero el caso del médico Córdova Villalobos raya lo absurdo y habla perfectamente de que ni al presidente Calderón ni a nadie le importa ya lo que pase con la educación en lo que resta del sexenio, a menos que se impulsen campañas exhaustivas e intensivas de vacunación, o estrategias contra la obesidad infantil. Sólo queda esperar al cambio que ya se vislumbra, para saber si los mexicanos estamos dispuestos a seguir menospreciando la educación, o realmente emulamos a países como los escandinavos o los orientales, que han apostado todo al tema educativo o, más concretamente, a la economía del conocimiento. Por lo pronto, de los tres aspirantes sólo uno, AMLO, ha mostrado su juego al respecto al proponer al ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, quien pese a ser psiquiatra de profesión, su experiencia como rector de la máxima casa de estudios del país avala que haría un excelente papel. [email protected] www.edicionesmagno.com twitter: @miguelcamposram blog: www.elpanoptico.bligoo.com.mx
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