Fernando Serafín, comprometido

En un discurso sincero, el talentoso poblano finalista de La Voz…México compartió algunos puntos de vista sobre su personalidad y carrera  José César HERNÁNDEZ “Cuando me preguntan ¿tienes novia? Sí, mi carrera; necesito entregarle todo mi tiempo, toda la atención, todo lo que yo soy, me debo 100% a mi carrera”, describió Fernando Serafín, finalista del concurso La Voz…México, en su visita a las instalaciones de El Popular, diario imparcial de Puebla. “Esta carrera es muy, muy demandante, la gente definitivamente ve lo bonito que es cuando sales al show, pero el trabajo que hay detrás de eso, es de tiempo completo, es más demandante que una esposa, novia”, confesó. Fernando Serafín se inscribió a Administración de Empresas en la Ibero, Puebla, pero hizo casting para el concurso. Al darse cuenta, ya estaba en el escenario. No se arrepiente de haber dejado la uni, quisiera regresar por lo del “papelito habla”, pero definitivamente, cantar es su profesión. Carrera que ejerce desde los 8 años. “No es algo que yo haya dicho ´quiero ser famoso y quiero cantar y ya´. Yo le llevaba serenata a las amigas de mi hermana” (quien se casó en este mes). Por aquel temprano consejo de su tía, es que ahora lo vemos en el mundo artístico: se inscribió a clases de canto con el profesor Jorge Aguirre, con quien lleva 12 años de ejercitación. Buena vibra Tuitero consumado, a Fernando Serafín le gusta hacerlo –él mismo lleva sus cuentas de las redes sociales-. “La gente mal vibrosa, no entiendo para qué, si ya de por sí la vida es muy bonita, corta y difícil, para que se la hagan más difícil. Siempre trato de dar buena vibra… que todo sea felicidad, paz, amor”, opina ante la emisión de sus mensajes diarios. Se confesó creyente en Dios, pero el santo al que se encomienda es “al trabajo, a la lucha, a la dedicación y al tiempo que le dediqué, a la preparación”. No cree en la improvisación ni en el azar. Además, se manifiesta agradecido con Dios y de pedir, “pido salud, amor, que me conserve a mi familia”. El cantante, también ha pensado en la filantropía. Durante la prepa, se fue de misión y le conmueve la pobreza del país y la mundial. Ahora, lo que pueda dar y hacer a favor de los desprotegidos, lo comparte feliz de la vida. Un día normal Reflexivo, pensó la respuesta. Pero el día de la entrevista, su elegancia obedeció a la asistencia de una boda, comentario que despertó nuestras risas. “Despierto, vocalizo, ensayo (cuatro horas), arreglo asuntos con mi mánager, como, hago ejercicio, que ahorita no se me nota mucho, ¿verdad? (risas). Y descanso”. No es fetichista, ni saca las maletas en año nuevo, ya que “si me quiero ir de viaje, tengo que trabajar, no tengo nada de peluches, ni eso, ni para el mal de ojo”. Y de quien le gustaría recibir composiciones originales, sería de Espinoza Paz y Aleks Sintek. Pero no tiene planes con ninguno de ellos, “nomás falta que quieran, ¿no?” Sin géneros Él cantaría lo que desee escuchar su público: tango, flamenco, rumba flamenca, balada, boleros, pop, rock (sin llegar al rock pesado), banda, mariachi, aunque el reguetón le costaría un poco, pero si se atrevería. Reflexivo, dijo que a su coach Lucero, durante su participación en La Voz…México, le debe todos los consejos. Pero no todo fue miel, también lo regañó en alguna intervención. Por supuesto que le gustaría grabar con ella algún dueto, al igual que las gemelas Marián y Mariel. Otros serían Espinoza Paz, Alejandro Fernández, Luis Miguel, David Bisbal, Alejandro Sanz, Aleks Sintek y Mijares, entre otros. Sin miedo a nada, pero sí respeto, tiene un contrato discográfico de seis meses con la televisora que lo dio a conocer. Fernando Serafín, finalmente, agradece el cariño de su público, “los quiero muchísimo, mi forma de agradecerles es a través de la música, muy pronto van a tenerme, en sus casas, en sus teléfonos, en sus coches, no duden en proponerme lo que quieran escuchar, pues me gusta”. Mejores regalos Al cuestionarle sobre algún ritual previo a actuar, dijo que “sí, me encomiendo a Dios. Me persigno a todos, nunca está de más, y por lo general, beso mi cruz, me la regalaron mis papás. Traigo estas pulseras, ésta es de San Charbel, es muy muy especial para mí, porque me la dio una persona muy importante”, resaltó sin querer revelar el nombre de quién le dio el regalo. “Gracias a ella, he llegado a donde he llegado, es de San Charbel”. Además, posee dos decenarios en negro y rojo, una “manita” que se oscurece porque rechaza la mala vibra, la medalla de San Benito, y un “ojito”, para el mal de ojo. ¿Escribes, compones? “No escribo, si lo hago, escribo el título de lo que pasó y narro. Hasta ahora, no me ha gustado nada de lo que he escrito como para convertirlo en canción, pero estoy trabajando, la práctica hace al maestro. Me gustaría mucho escribir, creo que la gente que escribe nace con ese talento, tengo el talento de cantar; pero vamos a hacer el intento, la gente me dirá si le gusta o no cómo escribo”.
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