De Tlaxcala al jazz mexicano

José Alberto García Soler, es un músico tlaxcalteca que cautivó a cientos de poblanos con el estilo musical caribeño enfocado latín jazz, a través de su propuesta expresada en el Caribbean Jazz Project, en su presentación del pasado martes en el Teatro de la Ciudad, dentro del Festival 5 de mayo que se desarrolla en Puebla. El cantautor Alberto García expresó en entrevista exclusiva para El Popular, diario imparcial de Puebla, que desde los 23 años crea sus propias composiciones en donde conjunta la música caribeña con el latín jazz: “he estado muy inquieto en componer y proponer ritmos, componer compases compuestos, armonías, variándole. Desde que empecé con la música, me deje guiar por el merengue hasta llegar a lo que ven ahora”. El gusto por la música le nace cuando comenzó a escuchar al pianista Oscar Peterson, al que hoy admira. “Al principio el Jazz no me gustaba tanto, pero la primera vez que lo escuché y luego a otro, me gustó y empecé hacer música”. La batería, las congas, los timbales y el bajo lo acompañan, mientras él toca el piano, la gente aplaude y admiran su talento por más de una hora, mientras sonidos de trompeta, flauta y los saxofones lo acompañan, la gente guarda silencio, lo observan detenidamente. Una licenciatura en jazz, lo involucró lentamente en el escenario, en donde ha hecho participaciones a nivel nacional, muy seguro expresó que le gustaría presentarse en festejos internacionales. Lamenta que en Tlaxcala, de donde es originario no hay actividades en las que se aprecie el jazz, su estado no ofrece actividades como en Puebla de Festivales Internacionales de Música, este año conmemorando a los festejos del 5 de Mayo. García ya cuenta con un primer disco Caribeño, la respuesta del público es positiva, entre sus proyectos musicales se encuentran dos canciones nuevas, mismas que entonó en su presentación. “Los músicos de Jazz no las vemos muy difícil, cuando entras debes de estar por estar, como hobbie no pasa. Quien entra no la deja, ve buenos resultados y se dedica a esto”. Los medios de comunicación no dan importancia a la música interesante, solo a la que tiene publicidad. “La música debe de ser una religión. Que deje de ser comercial” concluye.
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