REMONTA EN ARGENTINA SU OBRA LA PIEL EN LLAMAS

La actriz y Ari Boroboy se arriesgan una vez más y producen la puesta en escena Sumergibles, en la que Daniela Zavala lleva el rol principal  Agencia El Universal  MÉXICO, D.F.- Paola Núñez y Ari Borovoy han aprendido que en el teatro “nunca puedes ir a la segura”, porque una obra aunque tenga un magnífico argumento, un elenco talentoso y la mejor producción, puede fracasar. “Esto nos ha dado demasiadas satisfacciones, como decíamos, ha sido una válvula de escape, de nuestro dinero. En el arte no lo que tú ves bonito le gusta a todos, pero hay que arriesgar”, dijo Ari. La lección fue aprendida con La piel en llamas, segundo montaje que realizaron con su productora. “Con la primera obra de teatro, Aladino, estuvimos mucho tiempo en cartelera, en un teatro muy lejos, grande y nuevo. No tuvimos tanta suerte con la siguiente obra, la movimos, pero no hubo conexión”, recuerda el exOV7. Paola Núñez no se desanimó y vio el vaso medio lleno de la situación. “Fue nuestro primer fracaso y lo tomamos muy bien, fue como decir, ok, de eso se trata, vamos a aprender de esto muchísimo. Sientes ganas de volverlo a intentar pero sin repetir lo que ya se hizo”. Fue entonces que arriesgaron un poco más, y por sugerencia de Jack, hermano de Ari, viajaron a Argentina para presentar La última sesión de Freud. Iban por tres meses y ya contabilizan 15 en cartelera. “Lo único malo de venir de un fracaso, es que la gente no confía en ti, entonces para nosotros era importante tener éxito, para que directores y actores trabajen contigo”, señaló la actriz. Dice el refrán que quien no arriesga no gana, Ari Borovoy y Paola Núñez apuestan una vez más al talento, al producir Sumergibles, ópera prima como dramaturga de la actriz Daniela Zavala, que iniciará temporada el 20 de enero en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico. “Es una obra que toca corazones, porque se van a ver ahí, o van a ver a alguien a quien amaron”, dijo Zavala, quien se inspiró en el tango Confesión, de Enrique Santos Discepolo, para crear el texto. “Cuando llegó Daniela y me presentó el texto, me conmovió muchísimo, creo que esto es una buena señal, cuando terminas con la lágrima y dices, algo me pasó”, comentó Paola Núñez, quien destaca las bondades del montaje. “No es de esas obras que tratan de conmoverte. Tengo un constante rechazo a los textos con esas intenciones, pero cuando sucede porque te identificas y porque habla de una parte muy honesta y real, pasan cosas interesantes”, señaló. Zavala recordó que la obra fue pensada como un monólogo para una actriz, pero mientras preparaba el libreto invitó al actor Francisco Rubio, con quien hoy comparte escena.
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