El Porfiriato vive en edificios poblanos

A través de una charla el arquitecto Sergio Spíndola habló de la influencia francesa que caracterizan a inmuebles del Centro Histórico  Luis DINORÍN ARQUITECTURASi bien Puebla es la típica ciudad colonial del siglo 16, también tiene una importante influencia arquitectónica del siglo 19 y de forma particular de la época del Porfiriato, tiempo que vino inmediato a su reconstrucción por la conocida Intervención Francesa, explicó en una charla el reconocido arquitecto Sergio Spíndola. En su segunda charla de un ciclo de cuatro que dará en la ciudad para resaltar la importancia de la arquitectura poblana, el experto dijo que durante las últimas tres décadas del siglo 19 la ciudad de Puebla no contaba más que con el ahora llamado Centro Histórico y no pasaba de 200 mil habitantes. Además dijo que comenzaban la construcción de la Colonia La Paz. Para centrar su plática en la arquitectura porfiriana, el arquitecto resaltó la presencia edificio de Los Almacenes de la Ciudad de México, que luego se llamó Las Fábricas de Francia (1960) y que en la actualidad pertenece a una conocida cadena de restaurantes ubicada en la esquina de la calle 2 Oriente, en el corazón de la ciudad. Spíndola explicó que dicha construcción nació bajo la idea de los grandes almacenes de la Ciudad de México, como el Palacio de Hierro que marcó a la nación en el Porfiriato, un momento de afrancesamiento importante que quedó en la arquitectura mexicana. En ese tiempo (1904) cuando se terminó el edificio en Puebla, las tiendas departamentales eran la novedad, colocadas en un predio grande que hacían esquina, tenían cúpula y marquesinas en la planta baja. Como este edificio, también existía uno en Guadalajara y otro es el hoy Museo Universitario del Chopo en el Distrito Federal. Durante la chala, el también experto en música, dijo que este tipo de construcciones eran hechas por encargo, bajo una especie de catálogo; se escogían y se armaban en México con piezas importadas. Todos eran estilo Art Nouveau (Arte Nuevo) y algunos más eran eclécticos (contenían diversos estilos) además de hierro colado, estructural, concreto armado, cantera y vidrio. Otro ejemplo de esta influencia francesa en la ciudad son las famosas luminarias esféricas típicas de esta época y propias de la ciudad. Además del color verde que se usó en él y en la actual la plaza La Victoria, tomados del Metro de París. “Este edificio marcó un cambio radical en los edificios de Puebla, pues aunque se estaba construyendo el palacio municipal, este edificio destacó por sus características específicas que son neomedievales (imitadas en el Porfiriato)” destacó el especialista. Se trataba de un concepto nuevo de tienda, ya que fue la primera tienda departamental con influencia parisina donde destacaban los grandes aparadores que servían para detener la marcha de los transeúntes. Luego de llamarse Las Fábricas de Francia, el edificio fue adquirido por la Fundación Mary Jenkins, quienes la conservan en la actualidad. En 1970, el edificio fue ocupado por Almacenes Blanco, cuyo lema era “Abarata la vida”, un gran sitio para la clase popular de aquel entonces. El edificio representó a la modernidad por su tecnología constructiva, sin olvidar su marquesina que daba la vuelta y que servía para proteger los aparados del sol y darle sombra a quienes caminaban por la calle. Lo único que fue local en el edificio, es la piedra de cantera que se tomó de algún sitio cercano a Puebla. Hoy, la parte alta de la construcción es ocupada desde el 2010 con un uso cultural por la Universidad de las Américas Puebla, al posicionar ahí la Capilla de Arte, con este uso se ayuda a su conservación. El arquitecto Sergio Spínola concluirá su ciclo de conferencias que concluirá con una charla parecida sobre la importancia del Palacio Municipal, el próximo 26 de marzo a las 18 horas en la calle 3 Oriente número 1008.
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