Cincuenta sombras de Grey

La película está basada en el best seller escrito por la autora británica Erika Leonard James, la cual es la primera entrega de una trilogía Mónica DELGADO El día de hoy llega a salas de cine la cinta Cincuenta sombras de Grey protagonizada por Jamie Dornan y Dakota Johnson. La película es una adaptación de la novela de E.L. James, la cual se ha convertido en un éxito literario por el erotismo que contiene cada una de sus páginas. Desde la perspectiva de la psicóloga y educadora sexual Maricarmen Carrillo Saldaña, el best seller Cincuenta sombras de Grey es “un soft porno” que aborda el tema de las relaciones sadomasoquistas a través de lo que denominó como “el lenguaje femenino” el cual “es la historia que siempre nos han vendido del príncipe azul, sólo que en esta sí cogen. “Él maneja el deseo, no llega la amarra y ya, sino que es misterioso”, explicó refiriéndose a la táctica usada por Christian Grey, protagonista de la novela, para seducir a la virginal Anastasia Steele, situaciones en las que “muchas mujeres se quisieran ver reflejadas y no experimentar el sexo vulgar que viven gran cantidad de las amas de casa donde el hombre llega, lo hace y san se acabó”, dijo la psicóloga. El éxito de una novela donde las escenas de sexo son del todo gráficas, radica, según la misma psicóloga, en la educación y enseñanza que permanece en la sociedad actual, donde lo ideal es que la mujer debería ser instruida por un hombre experimentado y paciente durante las relaciones sexuales, quien además “es guapo, rico y exitoso”; lo cual hace que la trama sea ejemplo para el público femenino. Para Carrillo Saldaña el lector capturado por esta novela erótica, es “la mujer que ha vivido reprimida y sin relaciones sexuales placenteras”. Si a esto se le suma el “alto índice de mujeres que en su primera relación no obtuvieron placer, mucho menos un orgasmo” entonces el libro llegó a ser una forma de echar a volar la imaginación y permitirle vivir desde la ficción ese cuento de hadas que muchas quisieran. Augura que en Puebla la película ha generado suficiente expectativa para ser todo un éxito “pues está el mito de que en Puebla somos mochos, pero así como hay numerosas iglesias hay de moteles, entonces no es cierto que los poblanos no hablamos de sexo, pues lo buscan y por lo mismo la taquilla va a estar a reventar”, concluyó.
  • URL copiada al portapapeles