Comparte poemario Israel Flores Cerezo

Alma de ronda es el resultado de siete años de escritura; la obra está vestida con ilustraciones de seres antropomorfos, planetas y flora surreal Raquel TORIBIO LIBROEl oficio de poeta que se realiza con constancia, disciplina y sobre todo pasión, ha hecho que el poblano Israel Flores Cerezo presente el resultado de su trabajo literario de siete años bajo el título Alma de ronda. Trazando el camino De carrera literaria pero de curiosidad infinita, Israel Flores señala que el camino de su poesía se trazó desde la infancia, pero al mismo tiempo, su afición por los deportes así como un breve paso por los conocimientos de las matemáticas permitieron que su mirada se enfocara en diversas áreas. En una de esas ocasiones, sus pasos lo llevaron a conocer diferentes municipios de la entidad, “descubrí un amor especial por la provincia de Puebla, me gustó el sabor de la tierra, el cariño de su gente. Mis abuelos vivían en el campo, yo era de esos niños que tenían ese contacto con ese medio”, menciona. Israel refiere que fueron esos escenarios los que inspiraron su ejercicio literario, también para acercarse más a los semanarios culturales y desarrollarse en la crónica. Sin embargo, el camino continuaba y llegó a la Ciudad de México para formar parte del Programa Jóvenes Creadores 1996, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). En este proyecto realizó sus primeros trabajos de poesía, sin embargo, ahora presenta su nuevo material con otra mentalidad. El oficio del poeta “Hay que ser autocríticos”, sentencia el poeta, pues la exigencia del escritor debe ser constante en el trabajo que espera reflejar sus pensamientos. Sin embargo, Israel considera que para llegar a dominar esta habilidad se requiere de un camino de experiencia que permita identificar las virtudes como defectos de la creación propia. “Debes sentirte satisfecho”, declara el escritor, esto como un versus respecto al trabajo exprés del poeta al que se demanda una obra en determinado tiempo, el cual puede no reflejar el mensaje del poema. “Como dice Paul Valery, ‘escribe un verso que supere al anterior”, expresa el literato como un exhorto a las nuevas generaciones de poetas que buscan que sus letras lleguen a más público. La sensibilidad, el lenguaje de los artistas En el poemario Alma que ronda, Israel Flores realizó un trabajo con varios artistas visuales, quienes fueron los responsables de las ilustraciones tras leer el trabajo literario, pues a su consideración, es la sensibilidad lo que permite que los artistas puedan entenderse, comunicar sus ideas y poder plasmarlas. De esta manera, Israel Flores aborda diversas facetas del tiempo que están representadas en imágenes de seres humanos, animales antropomorfos y planetas y flora con un aspecto surreal. Leer a los grandes para pensar en grande “Me gustaba publicar mis ensayos del 14 de febrero, mis trabajos los enviaba a diversos medios”, dice Israel, quien confiesa el interés por seguir descubriendo el mundo a través de la poesía. Pra finalizar confiesa su influencia por la literatura rusa, autores como Vladimir Maiakovski; poetas como Wallace Stevenson y Arthur Rimbaud, además de T.S. Elliot; los clásicos griegos, entre otros.
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