Escandalizan cintas filmadas en México

Hollywood utiliza escenarios mexicanos para sus grabaciones; al final son cuestionadas por el abordaje de los temas o aspectos de su grabación  Raquel TORIBIO  México se ha convertido en una de las locaciones favoritas para cintas hollywoodenses, pues desde la filmación de las películas western en los desiertos de Durango en los años 40 la producción de filmes se ha vuelto redituable para el país, además de la imagen que se proyecta a nivel internacional. La nueva saga del agente 007, James Bond, la cual se filma en la capital del país se encuentra en el ojo del huracán, debido al supuesto soborno de autoridades a la producción para alterar contenidos que generaran una oferta a la imagen del país. Sin embargo, esta no es la primera vez que una producción cinematográfica causa revuelo en México sobre la alteración de escenas, incluso hay un caso documentado en Puebla. Te invitamos a conocerlos. Érase una vez en México Dirección: Robert Rodríguez (2003) Locaciones: Querétaro, San Miguel de Allende y Guanajuato. Robert Rodríguez es uno de los directores consentidos por muchos cinéfilos mexicanos. Un excelente uso de los escenarios declarados como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO fueron idóneos para la historia de acción que protagonizaron Antonio Banderas y Johnny Depp. Sin embargo, la prensa señaló el uso de estereotipos en la cinta sobre la cultura mexicana, incluso algunas actuaciones estaban forzadas. Además, el argumento no ayudó en nada pues la historia se desarrollaba en medio del mundo del narcotráfico, balaceras, escenas sangrientas y persecuciones, escenas que en los últimos años han flagelado a México. Vantange Point Dirección: Pete Travis (2008) Locaciones: Centro Histórico de Puebla y Plaza Mayor de Salamanca, España. La cinta no tuvo aceptación. La historia narra cómo el presidente de los Estados Unidos viaja a España para tratar el problema del terrorismo. En dicha reunión, recibe dos balazos en el pecho. Cuando los agentes de seguridad se recuperan del acto, estallan dos bombas. Las escenas que se grabaron en Puebla,dicen los críticos, fueron editadas en extremo y se abusó del recorte, eso sin mencionar la falta de cuidado durante las transiciones de las escenas donde aparecen calles poblanas y en seguida vialidades europeas. Frida Dirección: Julie Taymor (2002) Locaciones: Coyoacán, Centro Histórico, San Ángel en la Ciudad de México, y Protocolo y Presno en Puebla. La cinta catapultó a Salma Hayek a la mirada internacional, ya que le valió una nominación al Óscar como Mejor Actriz. Contó con un elenco de calidad además de la aparición de Chavela Vargas como La Muerte. La cinta destacaba una época de contrastes en México que la pintora Frida Kahlo retrató a flor de piel. Sin embargo, la película fue criticada por su grabación en inglés en contraste con un personaje de gran arraigo en la cultura mexicana, además las comparaciones no se hicieron esperar entre las actrices Salma Hayek y Ofelia Medina, esta última que había interpretado el mismo papel en la película mexicana Frida, Naturaleza Viva, de Paul Leduc. Apocalyptico Dirección: Mel Gibson (2006) Locaciones: Catemaco, San Andrés Tuxtla, el Cerro del Mono y el Paso de Ovejas La cinta está emplazada en la época precolombina de la cultura maya. Narra la historia de un joven, Garra-Juaguar, orillado a sobrevivir ante la persecución de una tribu enemiga. La película fue calificada como sangrienta, con un exceso de violencia y una imagen enfocada a la crueldad de los ritos que al verdadero sentido religioso, además las críticas hacia Mel Gibson no se hicieron esperar pues aunque la producción contó con buen presupuesto, eso no se compensaba con las inexactitudes históricas que especialistas señalaron, sobre todo en la escena final, cuando se ven llegar los barcos españoles.     Hombre en llamas Dirección: Tony Scott (2004) Locaciones: Paseo de la Reforma, Torre Latinoamericana y Catedral en la Ciudad de México. La cinta estaba protagonizada por una pequeña Dakota Fanning y el actor Denzel Washington. La historia narra cómo niños son secuestrados en la Ciudad de México, por lo que los ciudadanos más adinerados contratan guardaespaldas para sus hijos. Las tomas aéreas fueron las que merecieron los aplausos de los críticos para la cinta, sin embargo, algunos no vieron con buenos ojos la temática de la historia, pues reflejaba un asunto delicado que en la realidad mexicana impera, sobre todo por las cifras que se dieron a conocer sobre la cantidad de secuestros que suceden a diario en el país.
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