Originario del municipio de Chinantla, Puebla, Adrián Modesto se dedica a hacer máscaras en diferentes materiales y tiene como meta llevar su talento a otros países Festeja Modesto el Día del Artesano
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Originario del municipio de Chinantla, Puebla, el joven se dedica a hacer máscaras en diferentes materiales para venderlas en otros países Mónica DELGADO "Es muy triste que mucha de la verdadera artesanía sólo pueden pagarla los extranjeros”, acusó Adrián Modesto, artesano oriundo del municipio de Chinantla, quien en la actualidad ofrece máscaras hechas a mano a los turistas que pasean por el Centro Histórico de esta ciudad capital. Desde su experiencia, en “México se consume la imitación o productos provenientes de China” y afirmó que esto se debe al bajo costo de la calidad, lo cual puede significar que el comprador se lleve un recuerdo de su visita a Puebla de un objeto que no fue hecho en el lugar y añadió: “Por desgracia aún nos deslumbra el brillo de los productos extranjeros”. Modesto aseguró que esta situación en lugar de obligarlo a claudicar en su trabajo diario, se convierte en un reto más a vencer para colocarse como un representante del trabajo artesanal poblano: “Creo que no podemos alejarnos de esa situación y deberíamos aprender a competir o fomentar la producción en México, tal como se hace en China”. Adrián compartió que desde hace ocho años se dedica a la elaboración de máscaras de papel, además llega a utilizar otros materiales como madera, barro, escayola, incluso la fibra de vidrio; esto, depende del cliente. Al trabajar por su cuenta, explicó que para él no hay días de descanso: “Trabajo los 365 días del año ya sea haciendo, bocetando o vendiendo”, todo en jornadas que promedian las 11 horas de trabajo continuo. “Sólo dejo el taller para salir a venderlas al callejón del Carolino”, agregó el artista. Debido a su tenacidad, afirmó que de manera semanal llega a vender unas 50 piezas artesanales, incluso sale a comercializarlas fuera del estado en fechas específicas. “Pueden ser para festivales o expos como la Guelaguetza en Oaxaca, al Festival Cervantino en Guanajuato, al Carnaval de Chinelos en Tepoztlán, al Festival de Día de Muertos en Patzcuaro o a la Cumbre Tajín en Veracruz”. Para él, las fechas cuando más vende sus máscaras en Puebla es “para las fiestas de Días de Muertos o fiestas particulares donde es invitado a mostrar su trabajo”. Aceptó que aunque gran parte de sus trabajos se venden en la calle, no se limita a ello, por eso en la actualidad aprovecha las redes sociales para ofrecerlas a otros estados y países. Por lo anterior, subrayó que ninguna de sus artesanías llevan un proceso de elaboración en serie, pues así daría inicio a una industria lo que lo alejaría del proceso artesanal. “Todas las piezas que salen de mi taller han sido elaboradas completamente a mano, el decorado es a pincel, además considero le dan mayor vida y vista a la pieza”, asegura “que cada pieza es diferente lo cual la hace del agrado del cliente” pues nunca encontrará una igual.
