Arriban al Zócalo Memorias de México

Fotografías en gran formato del poblano Jesús Cruz Rodríguez traen del recuerdo momentos de la época de oro del cine mexicano  Raquel TORIBIO Rosaura GARCÍA “Vete a los estudios Churubusco, vete a Televisa, vete a los estudios América, vete a los estudios Tepeyac y allí iba yo”, relata Jesús Cruz Rodríguez, fotógrafo poblano que exhibe parte de su obra en el Zócalo de la ciudad bajo el título Memorias de México. La exposición fotográfica en gran formato trae al Zócalo momentos de la época de oro del cine mexicano. Cantinflas, Dolores del Río, Silvia Pinal, Elsa Aguirre y hasta el director Luis Buñuel son rostros que el espectador identificará en un recorrido visual que abarca de 1936 a 1959. Cruz Rodríguez, de 80 años de edad, concedió a esta casa editorial una entrevista donde comparte su labor tras la lente, más de seis décadas de cristalizar en imágenes Memorias de México. — ¿Cómo inició en la fotografía? “Yo me inicié en el periódico Novedades en 1953. Tengo 62 años como fotógrafo y sigo trabajando. Me inicié en Novedades y nosotros los fotógrafos no tenemos fuentes definidas, lo mismo me mandan a Presidencia, que a las cosas religiosas que a asuntos penales, artísticos, el medio banquero, tragedias del país; explosiones, el temblor del 85, San Juanico, de todo he cubierto. Yo tenía hambre, entonces me movía, y así fui conociendo a mucha gente. — ¿Cómo es la vida de un fotógrafo? “Es como la vida de todos. A los toros los comparo con la vida misma, todos los toreros se visten con traje de luces, capote, espada, figuras de la fiesta, nada más que la diferencia es en cómo mueven las manos. — Sobre la exposición Memorias de México ¿qué puede decir? “La calidad de las fotos es de un negativo de 35 milímetros, pero era revelada en grano fino para evitar que se abriera el poro para evitar que salieran pixeleadas, como le dicen ahora, había mucha calidad en las fotos, en los negativos de antaño. La exposición va a ser itinerante, después del 9 de abril recorrerá el estado”. — ¿Qué pasó por su mente al seleccionar las fotografías que componen la exposición? “Muchos recuerdos de todo lo que he vivido, estas fotos, los negativos, yo hacía los químicos para el revelador, yo imprimía; regresar a este trabajo que hice hace 50 años me llenó de alegría, de satisfacción, recuerdos de mi trabajo como corresponsal de la Agencia Efe, ver joven a Silvia Pinal. Viví el mundo entero. — ¿Qué significa ver sus fotografías en gran formato? “En esa época, ese cine lo podía ver toda la familia, escenas de amor se veían, se besaban y luego se veía un cuadro, ahora se ve todo. Hay una foto que tomé audazmente (señala una imagen donde Irma Infante se ve a la orilla de una piscina, era 1957), porque esto ya era tremendo. Como fotógrafo siempre tienes que buscar la mejor foto, los mejores lugares. A esto le llaman la época de oro del cine nacional, había muy buenos fotógrafos de cine, Gabriel Figueroa era un gran fotógrafo, galardonado muchas veces. “Me siento muy orgulloso, una gran satisfacción es ver mi obra en el Zócalo, mucha gente la está observando. A gente mayor le va a traer muchos recuerdos, de esas películas que yo llamo ‘las grisesitas’. La juventud debe saber de todo, conocer de cine nacional, de sus inicios y todos los que están retratados son artistas que llenaron una época grande del cine. Es bonito que esté esto y los jóvenes conozcan”. —Y sobre el trabajo en los sets de grabación ¿qué puede compartir? “Todos en el cine, en todas partes, hay de todo, hay artistas simpáticos, dicharacheros, bromistas, risueños, sencillos, otros groseros, pedantes, pero los encuentras en todas las actividades de todo. Cantinflas era muy amable, a todo mundo saludaba, Pedo Infante también”. “Otro caso es el de Luis Buñuel, él lanzó a la fama a Silvia Pinal con la película Viridiana, fue un gran director de cine español. Nunca tuve problemas, te haces amigo de la gente, depende de tu trabajo, de cómo seas”. — ¿A qué otros personajes ha conocido desempeñando su labor? “Conocí a don Miguel de la Madrid, muy joven, tendríamos 30 años, con él estuve toda la vida hasta que se murió hace tres años. Viajamos todo el mundo, luego me trajo a Puebla el gobernador Mariano Piña Olaya por cuatro años, luego vino Bartlett y me quedé con él, terminó el sexenio, luego me jaló el gobernador de Coahuila Enrique Martínez y Martínez. — Ahora, ¿hacia qué temas enfoca la fotografía?, y ¿qué opina de los nuevos fotógrafos? “A todo. Tomo a ese globero, tomo al organillero, a esa mamá alimentando a su hijo. A todo. Ahora hay nuevas figuras en la fotografía, como Lubezki, que tienen otro público, el público es de su época, admiran sus películas. Cada quién es bueno en su época”.
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