Ubicado sobre el bulevar Xonaca, este espacio dedicado al skateboarding es una expresión de la cultura urbana que día a día hace eco en la ciudad de Puebla Raquel TORIBIO A través de la fusión de diversas técnicas de artes gráficas que retratan escenas de la vida cotidiana de grandes ciudades y la necesidad de un espacio para desarrollar skateboarding, una expresión urbana alza su voz en un sitio con estructuras metálicas y de concreto, las cuales están diseñadas para desplazarse sobre ruedas. Este lugar, conocido como Parque del Skate, ubicado en el bulevar Xonaca a 10 minutos del primer cuadro de la ciudad, es una construcción que responde a una necesidad urbana de los jóvenes poblanos que practican skateboarding , fenómeno que ha ganado adeptos en los últimos 10 años, sin embargo, este espacio representa más que un deporte, es también un rostro de la juventud que desarrolla una identidad cultural con su propia música, vestimenta, pensamiento y filosofía, la cual es no dejarse caer “seguir intentándolo”. Esta cultura urbana lanza un grito para hacerse notar en uno de los barrios considerado como foco rojo, debido a los niveles de inseguridad que los mismos vecinos denuncian. De esta manera, el fenómeno skate en Puebla tiene un “templo” donde día a día cientos de jóvenes llegan, un espacio de desahogo ante el contraste de vivir en una ciudad urbanizada como Puebla y la carga histórica que en ella permanece, para lo cual los patines que se deslizan en el parque hace que sus pensamientos fluyan. Surge el proyecto De acuerdo con Eduardo Villegas, representante de la Comunidad de Patinadores de Puebla (Copapue), el proyecto encontró cimientos en el año 2010 como una respuesta ante la demanda de los chicos poblanos por tener un espacio para patinar, debido a que sitios como el Parque Juárez no estaban condicionados para este tipo de deporte urbano. Además, se buscaba revolucionar la calidad del deporte obligando a los jóvenes a practicar con un espacio lo más profesional posible, con la finalidad de aumentar el nivel de competitividad. Asimismo, el trabajo entre esta organización civil y autoridades municipales permitió que el recinto se estableciera con el objetivo de dar eco a las nuevas expresiones culturales de Puebla. Arquitectura La planeación de esta construcción corrió a cuenta de Eduardo Villegas y Gonzalo Gutiérrez, ingeniero urbano y topógrafo, respectivamente, quienes a partir de los conocimientos sustraídos en la práctica de dicho deporte realizaron la proyección de un espacio que respondiera a las necesidades de dimensión para el skate, así como una fusión entre arte contemporáneo y estructuras vanguardistas que estuvieran a la altura de los mejores. De esta manera, el espacio cuenta con grandes dimensiones y obstáculos por nivel que ofrecen cierto grado de dificultad al practicante, todo esto presentado con gráficos que exaltan a la juventud, al movimiento y retratan escenas de la vida cotidiana. En este caso, el muralismo es el medio visual que sirvió para manifestarse, ya que en la parte trasera del parque existe una amplia gama de imágenes con técnicas de stencil y grafiti. Cabe señalar que este espacio posee las condiciones únicas para practicar skateboarding, es decir, está diseñado de manera específica para patinar, por lo que cada escalón, tubo o plancha tiene un motivo en dicho parque. Corresponsabilidad Este espacio forma parte de un convenio entre el Ayuntamiento de Puebla, el Instituto Poblano de la Juventud (IPJ), Instituto Municipal de Arte y Cultura Puebla (IMACP) y la Copapue, quienes establecieron una relación de corresponsabilidad para el mantenimiento y debido uso así como difusión y proyección, además de ser parte de un foro de comunicación y diálogo entre la juventud poblana y las culturas urbanas.