La banda de blues y rock and roll independiente, compone temas de amor y desamor, sin olvidar abordar temas sociales Mónica DELGADO El grupo mexicano de blues y rock and roll, Híkuri, integrada por Ludwig Ortiz en la guitarra y la voz, Adolfo Ortiz en el bajo; y su acompañante Rafa Vázquez en la batería, tienen tres álbumes producidos de manera independiente. Con 14 años de trayectoria han tenido la oportunidad de participar en diferentes escenarios culturales en Puebla, México, Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz. — ¿Cuéntenos sobre su estilo musical? “El género musical que Híkuri adopta como base es el blues, pues es un género que se caracteriza por ser honesto al transmitir de forma natural: pasión, fuerza y amor. El blues-rock ha sido idóneo para transmitir nuestras emociones como locutores de nuestra realidad; componemos letras que nos identifican y vinculan con los escuchas a través de la poesía, la narración y la métrica con interpretaciones siempre en español”. — ¿Cuál es su percepción de la escena musical a nivel nacional y en Puebla? “La escena en México es difícil, de manera especial para autores e intérpretes de géneros como el blues o el rock. Además, al ser un grupo independiente -sin apoyo de disquera o institucional-, se reduce el ingreso a estaciones de radio comercial. Sin embargo, se tiene la ventaja de que el blues es un género honesto, por tanto, ha sobrevivido a través de los años sin medios de difusión masiva. Respecto al nivel nacional, se ha transformado a paso lento, ya que siguen siendo más ‘populares’ los géneros distintos al blues o el rock. Las nuevas generaciones están más interesadas en sacar un cover que el componer una canción original”. — Platíquenos sobre su producción Vivir en Ámbar “Nuestro disco Vivir en ámbar, álbum está conformado por 12 temas. En este disco surgió la oportunidad de contar con la participación de músicos poblanos con una importante trayectoria como Nacho Pata, Esmeralda Guillén -ambos del grupo Los Patita de Perro-, Carla Yáñez (locutora de radio) y Nino Hazz en la armónica. Además, incluye un prólogo escrito por el maestro José Cruz, fundador del grupo Real de Catorce. De este disco se desprenden los sencillos Morir por ti, Llegaste a mí y El Espurio Blues. “Decidimos realizar esta producción de manera física para tener una muestra tangible del trabajo forjado por varios años. Logramos así complementar con diseño, ilustración y fotografía el plano musical”. Canciones — ¿Cuál es la temática de los temas que escriben? “Le cantamos al amor y al desamor. Temas que por naturaleza despiertan mucha pasión. Desde las letras hasta en las notas que fluyen de los solos, buscamos que sean distintivos del sonido de Híkuri; por ejemplo: No estás aquí, Besos de Alcoba y Llegaste a mí. Sin olvidar nunca abordar temas sociales como Hermano Che, ¿Cuánto vales?, Hijos de la madre tierra, Drogavisión, por mencionar algunos”. — ¿Creen que sea requisito que la música deba llevar algún mensaje social? “Nosotros pensamos que debe ser así, por el hecho de que es una responsabilidad muy grande estar frente a un público ávido de discurso e identificado con el artista. Un artista que no se involucra con su entorno deja de serlo. Cada obra a través del tiempo tiene su lugar porque refleja un momento histórico y el sentir del autor sobre la sociedad que representa. Al fin y al cabo, el artista es la extensión de la voz de sus seguidores. Cuando una obra carece de identidad está condenada al fracaso, de ahí el auge de tanta música desechable y que a final de cuentas es una moda fría, caduca y estéril”. Agrupación independiente — ¿Qué tan difícil es abrirse camino de forma independiente? “Es difícil como cualquier profesión hoy en día. Debe uno de demostrar lo que vale el proyecto en cada escenario. Es como si tocáramos por primera vez. El público es muy exigente, pero si logras conquistarlo, no deja de escucharte y seguirte. De esa manera nos motiva para seguir la producción de temas, mejorar nuestras composiciones y en nuestra interpretación. “La ventaja de ser un grupo independiente es que haces lo que quieres sin más limitantes que las que uno solo se pone. Cantas, tocas, vuelas de manera libre, sólo con el objetivo de crecer y hacer llegar el canto a más gente igual que tú”. |