Poniatowska con poeta condenado

Participaron diversos autores en la Lectura por la libertad y vida de Ashraf Fayadh el cual enfrenta la pena de muerte Agencia El Universal  [caption id="attachment_128118" align="alignright" width="300"]E15011601. JPG MÉXICO, D.F. Writer/Escritora-Poniatowska.- La escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska participa en la “Lectura por la libertad y vida de Ashraf Fayadh”, poeta palestino condenado a pena de muerte en Arabia, acusado de abandonar la religión musulmana; hoy viernes 15 de enero de 2016en la Casa Refugio Citlaltéptl. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Ramón Romero/RML E15011601. JPGMÉXICO, D.F. Writer/Escritora-Poniatowska.- La escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska participa en la “Lectura por la libertad y vida de Ashraf Fayadh”, poeta palestino condenado a pena de muerte en Arabia, acusado de abandonar la religión musulmana; hoy viernes 15 de enero de 2016en la Casa Refugio Citlaltéptl. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Ramón Romero/RML[/caption] Más de 20 poetas y escritores, sobre todo mexicanos, se dieron cita en la Casa Refugio Citlaltépetl en la Lectura por la libertad y vida de Ashraf Fayadh, poeta palestino condenado a muerte por aban­donar la religión islamica. En este evento se dio una expresión uná­nime de solidaridad, un llamado de atención para que el gobier­no esté atento a la presencia en el país de yihadistas y, ante todo, la exigencia de la libertad de expre­sión y el derecho a la vida. Durante la reunión, don­de asistieron creadores como Homero Aridjis, María Baranda, Carmen Boullosa, Mohsen Ema­di, Alicia García Bergua, Edson Lechuga, José Ángel Leyva, Víc­tor Manuel Mendiola, Eduardo Milán, Myriam Moscona, Ele­na Poniatowska, Alberto Ruy- Sánchez, Maruan Soto Antaki, Magali Tercero y Eduardo Váz­quez Martín, hubo una protes­ta contra la pena de muerte que pesa sobre el poeta palestino. Víctor Manuel Mendiola dijo que “como escritores tienen la obligación moral de protestar ante cualquier censura o perse­cución de quienes usan las pala­bras para crear libertad; expre­so mi solidaridad con el escri­tor Ashraf Fayadh” pero asegu­ró que lo que ocurre en Medio Oriente no sólo es producto de los gobiernos dictatoriales o religiosos, sino un efecto de la rapacidad de los países occiden­tales que quieren apropiarse del petróleo o vender armas. Mientras se proyectaban obras de arte de una de las expo­siciones curadas por Ashraf Fayadh, la escritora y periodis­ta Elena Poniatowska, durante su intervención, dijo: “A los 35 años, Ashraf Fayadh hacía lo que pedía Octavio Paz: decir poesía en la Plaza Pública, llevarla a otros lugares de la tie­rra, enseñar el arte de Arabia Sau­dita en Inglaterra, en Alemania, en Italia. También Octavio Paz creía que un poeta salvaba al mundo… Para Octavio Paz también serían los 800 latigazos, como lo son para nosotros quienes estamos indig­nados porque un creador como Ashraf Fayad puede encontrase detrás de los barrotes de una cár­cel desde enero de 2014 acusado de blasfemo y de renunciar al Islam”, señaló. Y luego, después de hablar inclu­so de Frida Kahlo, pues el escritor y poeta palestino la ha citado en alguna de sus obras, Poniatowska puntualizó: “Rechazamos su con­dena quienes escribimos, pinta­mos, nos enamoramos, amamos los libros y la pintura. Su condena también nos condena a muerte por delitos imaginarios pintados por la ignorancia que a todas luces es her­mana de la intolerancia humana”. Por su parte, Maruan Soto Antaki dijo que cuando habla­mos de pena de muerte no siem­pre hay un Estado pero sí hay mucho salvajismo. “Hablar de un poeta palesti­no del verso de Arabia Saudita es hacerlo en forma análoga de todo medio Oriente, ahí donde importan más cómo se dice que lo que se dice, como individuo com­parto la indignación de esta sala, como alguien de origen árabe me lleno de vergüenza, no solo es Arabia Saudita, no sólo es Ashraf Fayadh, es nuestra incapacidad de separar las ideas religiosas de las civiles, de entender las virtu­des de aquella, es la cúspide del totalitarismo”, señaló. Luego de que uno a uno de los poetas participantes fueron leyendo algunos textos de soli­daridad para el poeta o de exi­gencia a la acción, Alberto Ruy Sánchez no leyó ni obra ni tex­to, quiso hablar de los orígenes del wahabismo, que es, dijo, una corriente religiosa musul­mana que han sido los encar­gados durante siglos de la gran difusión del Islam en el mundo. “El Islam que se difunde en México, el Islam que se conoce en Chiapas es wahabita, no nos engañemos y el wahabismo tie­ne un wahabismo del wahabis­mo y el primer representante fue Bin Laden, el representante más notorio se llama Al Bagh­dadi que es la cabeza del Ejér­cito Islámico, pero el wahabis­mo está en México”, señaló y por eso pidió al gobierno estar muy atentos.
  • URL copiada al portapapeles