Crean arte con cajas de embalaje

Redacción La Sala de Arte Público Siqueiros mantiene su vocación como centro teórico y de exhibición de las propuestas artísticas más innovadoras al presentar el trabajo de Giandomenico Tonatiuh (GT) Pellizi y Daniel Ruvalcaba, quienes con sus obras manifiestan una relación distinta entre las obras, el espacio y los asistentes. Yo Transporto es el nombre de la pieza monumental de GT Pellizi, que también sirve como título de la muestra, la cual consiste en una caja de embalaje de una obra de arte que mide 9.5 por 3.5 metros y abarca la sala principal del museo. El creador compartió su intención de esta muestra, pues “la idea surgió de analizar cómo las obras en esta época de globalización se encuentran en estado perpetuo de movimiento, de una exposición o museo a otro”, señaló. “Esta pieza es interesante, pues busca ser autofinanciable, porque para enfrentar el costo de la producción, tanto de la obra como de la exposición, Pellizi calculó el presupuesto total de la exhibición, lo cual dividió entre 171 piezas que a su vez conforman la instalación, las cuales pueden adquirir coleccionistas y benefactores. Al respecto, Taiyana Pimentel, directora de la Sala de Arte Público Siqueiros, comentó que “con esta muestra se pone el dedo en el renglón para crear nuevas formas de filantropía. “La pieza fue donada por el artista y fue realizada en su interior con ethafoam, material catalogado como el mejor para transportar obras de arte con el menor daño posible, ya que absorbe los impactos y vibraciones externas”, agregó. Esta pieza tiene un diálogo directo con el trabajo de Siqueiros, porque en su última etapa de creación se concentró en murales que el denominó “transportables”, relacionándose con esta caja inmensa en la que el espectador se convierte en la propia pieza artística. Proyecto fachada En el exterior de la Sala de Arte Público Siqueiros se encuentra la intervención Problemas del Realismo Neoliberal en la Pintura Mexicana, de Daniel Aguilar Ruvalcaba, obra que consiste en una reproducción de un billete de 100 pesos de la edición conmemorativa a las Fiestas del Bicentenario, el cual contiene un fragmento de una obra de Siqueiros. “El título, como ven, es más grande que la obra”, dijo el artista al explicar que esta pieza es una reflexión sobre el mercado del arte, la reproductibilidad de las cosas, a la lógica financiera global y a la misma sociedad, la cual otorga un valor simbólico a un pedazo de papel. La obra que se encuentra en la fachada del museo mide exactamente lo que un billete real y está impreso con tres técnicas diferentes: el fragmento Del Porfirismo a la Revolución, en relieve realizado en Holanda; el fondo con inyección de tinta y, por último, los detalles con impresión 3D.
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