La primera novela de la joven escritora Rivka Galchen (Toronto, Canadá; 1976) es protagonizada por Leo Liebenstein, un psiquiatra que experimenta un delirio poco común, llamado Síndrome de Fregoli: confundir lo familiar con lo extraño, y viceversa. En este caso, Leo, un día, cuando su mujer, Rema, entra al departamento, nota que no se trata de ella misma, sino de otra persona. Una réplica, una desconocida, un engaño. Así, la trama cuenta la desesperada búsqueda de Leo por mantener unido el mundo, de pronto fragmentado. Para ello debe traicionar su profesión y compartir la locura de Harvey, paciente suyo que sufre de un trastorno esquizotípico de la personalidad que lo conduce a creer en una idea mágica: la de poder controlar fenómenos climatológicos y ser un agente secreto de la Real Academia de Meteorología. Esa institución, según Harvey, tiene como enemigo mortal al grupo de Los Cuarenta y Nueve Padres de los Quantums, quienes se mueven entre mundos paralelos con la intención de experimentar con el clima sin importar las consecuencias. Siguiendo las instrucciones de la Real Academia, Harvey viaja en misiones secretas a todo el país, con el fin de conservar la continuidad climática que los Cuarenta y Nueve Padres buscan romper. Harvey se revela muy pronto como una clave para Leo. Gracias a la locura de aquél, el doctor trazará un plan para recuperar a la verdadera Rema. Es entonces cuando el cielo y las señales que constantemente ofrece a quien lo mira toman una importancia central en la trama. En esta novela el clima y la atmósfera son escenarios donde se desenvuelven los personajes, y donde se cifran sus esperanzas. En Perturbaciones atmosféricas habitan las almas atormentadas de quienes no terminan de creer que la realidad sea el mejor de los mundos posibles. |