El Padre toca fibras sensibles

El primer actor Ignacio López Tarso se robó el corazón de los poblanos la noche del miércoles en el Auditorio del CCU-BUAP

La pérdida de la memoria es un tema que ha preocupado a diversos artistas, ha sido, por decirlo de algún modo paradójico, una inspiración, pensemos por ejemplo en la novela de Amy Tan La hija del curandero, para aproximarse al tema desde el punto de vista de la escena, en la cinta de Crhistopher Nolan llamada Memento. De manera particular, el Alzheimer es el tópico donde gira la puesta en escena El padre, una demoledora y hermosa historia donde, en un equilibrio milagroso, sin sensiblerías pero sin ahorro alguno de dolor, la obra de Florian Zeller construye un monumento a la figura paterna, que sufre esta enfermedad de la pérdida de la intimidad incalculable: el recuerdo.

Desde la perspectiva de Ignacio López Tarso, se aborda este profundo tema en la obra que se presentó la noche del miércoles en la ciudad de Puebla, en el Auditorio del CCU, el primer actor estuvo acompañado por Érika Buenfil, Lisardo, Lucero Lander, Adriana Nieto y Sergio Basáñez. La puesta en escena duró más de dos horas y mostró, desde la fragmentariedad de la memoria, una historia que cautiva no sólo por el tema sino por el modo en que está contada, es decir, desde los saltos de tiempos, mostrando, según el avance de la trama, los problemas que la enfermedad plantea.

Una de las cosas de admirar en esta entrañable obra es ver al personaje de López Tarso, quien con más de noventa años de edad, vive confundido en su vida familiar cotidiana, haciendo que el público disfrutara de las escenas llenas de humor y tristeza.

Planteada desde las paredes de un departamento, la obra presenta el diario acontecer de una familia al lado de una persona mayor que tiene la mente confundida, de este modo, el encierro nos permite ser empáticos con el punto de vista del personaje principal y, sufrir, en cierto sentido lo que él vive. El padre es una obra que se mece entre la reflexión y la tristeza. El montaje sirvió para dar sentido a aquello que miles de personas en el mundo padecen cuando llegan a una edad avanzada y pierden poco a poco la memoria. Además, expone cuando un adulto mayor vive en su casa y surgen discusiones en torno a dejarlo vivir con toda la familia o llevarlo a un asilo.

Al finalizar, luego de más de dos horas, los asistentes ovacionaron el trabajo de los actores, además de admirar la fortaleza de Don Ignacio, quien cautivó al auditorio al interpretar escenas profundasque tocaron el corazón de los poblanos.

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